Dos temibles genocidas están siendo juzgados en el primer juicio oral que se desarrolla en la ciudad de San Miguel de Tucumán, a cargo del Tribunal Oral Federal I. Este juicio es emblemático, porque representa la exigencia de Justicia de todo el NOA, es Bussi, la hiena más temible, el gobernador genocida perdonado por el punto final y apoyado por el voto.

Demuestra también las cuentas pendientes que tiene la justicia con todo el pueblo tucumano, ya que hay muchos como él, que exterminaron en los centros clandestinos a nuestros compañeros y están libres, y pueden estar en cualquier lugar, caminando entre nosotros.

Bussi reconoció mientras declaraba, con voz firme, que fueron centenares de centros clandestinos los que hubo en la provincia; con ello se demuestra a las claras los centenares militares, gendarmes, policías provinciales, federales y fuerzas represivas traídas desde distintos puntos del país para cometer el genocidio.

Sí, este juicio es importante, muy importante, pero es imprescindible que el poder judicial avance en juzgar de la misma manera que se hizo el plan sistemático, zonas y subzonas y dentro de ellas, centros clandestinos.

Son imprescindibles juicios, que contemplen a todos los represores, a todos sus cómplices partícipes del plan de exterminio que llenen las cárceles comunes de genocidas acongojados, como Bussi. (…)
Bussi fue un asesino confeso, hoy nuevamente lo ratifica, reconoce que el Operativo Independencia se hizo para evitar que se cambiara el orden establecido de patrones, oligarcas, hambreadores; se hizo para evitar que se cambie un orden establecido, el de la opresión, de las clases dominantes, las mismas que pusieron el dinero que robaban al pueblo hambreándolo para entregárselo a Bussi en el fondo patriótico
A pesar de todo, el viernes, el mismo día que Bussi lloró, fue un gran día en la lucha contra la impunidad.