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Juventud

Reforma del Código de Convivencia

Ibarra te barre

17 de febrero 2004


Un nuevo atropello sobre las libertades democráticas del pueblo trabajador y de la juventud está a las puertas de perpe-tuarse en la Legislatura Porteña a pedido del Jefe de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra, la reforma del Código de Convivencia, el que se suma a la opresora ley seca sancionada por decreto hace unos meses atrás.
Por un decreto de convocatoria a audiencia pública firmado por Ibarra el 19/2, se tratará en una sesión extraordinaria en la Legislatura Porteña la reforma del Código de Convivencia o Contravencional. Este último había suplantado a los nefastos edictos, que facultaban con superpoderes a la policía para detener y encarcelar a cualquier persona con actitud "sospechosa", y que cuentan con un gran historial de casos impunes de abuso policial y gatillo fácil.
Lejos de parar la represión, la preocupación de Ibarra y de los legisladores, es la de hacer pagar -a los contraventores del orden establecido- con penas lo suficientemente duras. En la reforma se incluye a las manifestaciones y cortes de calle.
El mismo Ibarra -que el 19 y 20, cuando miles salimos a imponer nuestra voluntad dejando hasta nuestra sangre- huía como rata por alcantarilla en una ambulancia, y que tiempo después reprimió y desalojó a familias enteras en el Padelai, vuelve a la carga -dejando a un lado su careta "progresista"- y atentando contra las libertades democráticas de los más oprimidos de la sociedad.
Esto se ve claramente en las reformas al CC –en la incorporación del "acecho" impulsada por los hombres de Macri–, que implica que se puede detener a cualquiera por portación de cara o por estar parado en las inmediaciones de un banco o de cualquier esquina en actitud "sospechosa". Si sos pobre, joven o inmigrante ni se te ocurra hacer un trámite al banco o pararte en una esquina, los perros guardianes están al "acecho".
Otra de las reformas "progresistas" que tienen en mente es bajar la imputabilidad de los jóvenes a 14 años, criminalizando a toda la juventud que no tiene acceso a un trabajo ni a la educación y que como último recurso para subsistir sale a robar. También se proponen prohibir la prostitución en la vía publica, con una pena precisa.
Además pasaron a la jurisdicción de la Ciudad, delitos tales como tenencia de armas, lo que aprovechará la policía para obtener más facultades para perseguir y reprimir. Para su plan, Ibarra ya cuenta con 500 nuevos policías de la Federal, que el Gobierno de la Ciudad financiará para barrer a todos aquellos que "atenten" contra el orden establecido.
Estas medidas discriminatorias y antidemocráticas deja a las claras que -con edictos o con códigos- la represión y el gatillo fácil estarán a la orden del día, contra los más oprimidos de la sociedad: los trabajadores, los inmigrantes, los jóvenes y las mujeres que tienen que prostituirse o robar para poder sobrevivir.
Luchamos por la anulación del Código de Convivencia, que intenta reglamentarnos y atenta contra las libertades democráticas elementales, como el derecho a circular en la vía publica. Es el pueblo trabajador y la juventud con sus propios organismos de democracia directa los que mejor pueden decidir sobre cómo queremos convivir.
El estado te seca
El 22 de diciembre pasado, un decreto de Ibarra -avalado por la legislatura- prohibió el consumo de bebidas alcohólicas en la calle desde la 23 hs. a las 8 de la mañana y la venta de bebidas alcohólicas durante las 24 hs en los quioscos. El principal argumento: controlar a los jóvenes y frenar el consumo abusivo. Esta ley que se incluirá dentro del Código de Convivencia es un claro ataque a la juventud y al pueblo trabajador.
Con esta ley intentan demonizar a los jóvenes poniéndonos en el banquillos de los acusados y usándonos como chivo expiatorio, para ocultar debajo de la alfombra las responsabilidades verdaderas del Estado sobre la realidad juvenil. Más de un millón y medio de jóvenes no tiene acceso a la educación, mientras que los índices de desempleo y pobreza en este sector son de los más altos. El gobierno progresista de Kichner e Ibarra en vez de dar respuesta a estos problemas que amenazan nuestro futuro, sancionan una ley totalmente opresiva y elitista, contra los sectores populares de la juventud en donde es costumbre, ante la imposibilidad de pagar la entrada algún evento o ir a tomar algo a un bar, reunirse en la esquina o el quiosco compartiendo un par de cervezas al finalizar las agotadoras jornadas de trabajo y el fin de semana. Pero esto ya no será posible, solamente los nenes bien de barrio norte gozarán de este privilegio.
El estado de los capitalistas nos seca de educación, nos seca de trabajo y ahora nos seca del derecho a divertirnos. Por otra parte esta ley favoreció a las grandes cadenas de supermercados y comercios que abultaron sus ganancias en detrimento de los quiosqueros que perdieron un 30% de las ventas y se destruyeron más de tres mil puestos de trabajo contando a los distribuidores. Sin hacer apología del alcoholismo, ya que somos enemigos de un futuro de perdición para la jóvenes, único destino que nos depara el sistema capitalista, luchamos por la anulación inmediata de la ley seca.
Desde la Red de Agrupaciones Juveniles No Pasarán llamamos a toda la juventud a organizarse y movilizarse para defender nuestros derechos democráticos. Tenemos que impulsar petitorios, campañas, festivales, acciones y charlas.













Prensa

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