El presidente Néstor Kirchner tuvo un nuevo acercamiento ayer a las Fuerzas Armadas, en especial a los aviadores. "Siempre recuerdo emocionado –dijo– el heroísmo de los pilotos" de la Fuerza Aérea en la guerra de las Malvinas. 
Kirchner cerró ayer el acto del 92° aniversario de la Fuerza Aérea, realizado en la escuela de Aviación Militar, en Córdoba. Y lo hizo con un discurso que guardó sintonía con el pronunciado también por el Presidente el 5 de julio, en la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas.
En esa oportunidad y ayer en Córdoba, Kirchner habló de la necesidad de que las Fuerzas Armadas participen del "proyecto nacional de trabajo, industria y producción". Y se mostró a favor de contar con "Fuerzas Armadas imbuidas del rol que les toca jugar en el marco de la política integral de la defensa nacional, de la política exterior y de la política de derechos humanos".
Kirchner puso el acento en la participación militar en las operaciones de paz de Naciones Unidas, en las que las fuerzas han "ganado un lugar de prestigio".
Además, el Presidente salió al cruce de las críticas que desde algunos sectores se hicieron al envío de tropas a Haití: "Le hemos dicho que sí al multilateralismo", y junto a países vecinos (Brasil, Chile y Uruguay) "enviamos a nuestros soldados con permiso del Congreso". 
Para la diplomacia, apostar al multilateralismo en política exterior supone, al menos, la pretensión de limitar el accionar unilateral de los Estados Unidos en el continente americano.
En otro gesto, el Presidente recordó también que soldados argentinos participan hace 10 años de la fuerza de paz que custodia en Chipre la zona que divide a greco de turco-chipriotas. Kirchner puntualizó que pilotos argentinos con "nuestros helicópteros controlan el espacio aéreo".
En su mensaje, el Presidente dejó en claro la intención del Gobierno de involucrar a las Fuerzas Armadas en el "nuevo perfil productivo" del país. Especificó que se han adquirido radares y que están en construcción por parte de la empresa estatal INVAP otra serie de radares para controlar el espacio aéreo.
También se refirió a la reapertura de la fábrica de aviones Lockheed que funciona en dependencias de la escuela de aviación militar y que en estos momentos emplea a unos 300 técnicos y operarios. La Lockheed está fabricando aviones Pampa (de entrenamiento de pilotos) y reparando otras máquinas. Lo hace para el mercado local y para las fuerzas aéreas de Bolivia y Colombia.
El Jefe de Estado Mayor de la fuerza, el brigadier Carlos Alberto Rohde también habló del bautismo de fuego en mayo de 1982, en Malvinas. Y destacó que la Fuerza Aérea participa de misiones de paz, desde 1962 y el incremento, de 67 servicios mensuales a 240 frecuencias, de las Líneas Aéreas del Estado (LADE).
El festejo de los aviadores fue muy prolijo. Concurrieron los jefes de las otras fuerzas armadas, el gobernador José Manuel de la Sota, ministros y autoridades locales. Se realizó un módico desfile de efectivos de la Aeronáutica y volaron rasantes distintos tipos de aviones. La mayor ovación se la ganaron los pilotos de 2 aviones acrobáticos Zukoy de fabricación rusa que desafiaron las leyes de la física con sus cabriolas.
Después Kirchner y la numerosa comitiva e invitados especiales visitaron la fábrica Lockheed y luego llegó el momento del vino de honor del que también participó Kirchner, en otra actitud amistosa del Presidente. En cambio, Kirchner frustró a los periodistas al negarse a hacer declaraciones. Desde el 30 de julio cuando dijo que el país era "muy seguro" no responde preguntas, enojado porque sacaron de contexto aquella declaración.