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MOVIMIENTO OBRERO

LOS MÉTODOS DECADENTES DEL PEDRACISMO

La Verde “otorga” trabajo a cambio de sexo

Los ferroviarios clasistas y antiburócraticos de La Bordó del Roca están organizando una fuerte corriente que se prepara para enfrentar, una vez más, al pedracismo, en esta ocasión para intervenir en las próximas elecciones en la Unión Ferroviaria. Tienen motivos para luchar por ser una alternativa a esta mafia asesina.

Rosa D'Alesio

13 de septiembre 2012

La Verde “otorga” trabajo a cambio de sexo

Los ferroviarios clasistas y antiburócraticos de La Bordó del Roca están organizando una fuerte corriente que se prepara para enfrentar, una vez más, al pedracismo, en esta ocasión para intervenir en las próximas elecciones en la Unión Ferroviaria. Tienen motivos para luchar por ser una alternativa a esta mafia asesina.

El sindicalismo empresario, dirigido por Pedraza, se nutrió de una “organización obrera”, la Verde, que manejó y maneja los ingresos de los tercerizados al ferrocarril, con lo cual controlan y someten a los trabajadores que se ven “beneficiados” de conseguir un laburo.
Escuchas telefónicas: Luna y el “Gallego” Fernández

¿Quiénes son? Guillermo Antonio Luna, hasta hace pocos días Subsecretario de Transporte, imputado por la tragedia de Once en la que murieron 51 personas, recientemente desvinculado de su cargo; ex integrante de la cúpula directiva de La Fraternidad y promotor del régimen de las tercerizaciones. 

Juan “Gallego” Fernández, secretario adjunto de la UF, el segundo de Pedraza, hombre fuerte de la Verde; preso junto a parte de la patota por el crimen de Mariano.

Estos dos malvivientes eran los encargados de ofertar y administrar trabajo dentro de las vacantes laborales disponibles en el ferrocarril, incluso después del asesinato de Mariano. Se hizo pública una escucha telefónica entre ambos en la que Luna le “solicita” al Gallego un puesto como picaboleto para una mujer. Luna deja claro que a esta mujer se le ha pedido que pague con sexo el puesto de trabajo que se le está por otorgar. La conversación entre ambos es por demás ofensiva. Indigna saber que funcionarios públicos y burócratas sindicales tengan el poder de manejar la vida de los asalariados, de los que no tienen más que vender su fuerza de trabajo. Sabíamos que estos patoteros a sueldo manejaban a su antojo la bolsa de trabajo, desde lo que amasan suculentas ganancias, que les permite, además, doblegar la voluntad de los trabajadores ferroviarios que pretendan luchar contra la burocracia.
Obligar a una mujer que necesita trabajar a aceptar la degradante propuesta de pagar con sexo por su puesto de trabajo es una forma aberrante de someterla, humillando, para que no levante la cabeza y se “deba” a sus jefes. Esto es doblemente perverso, considerando que las mujeres ocupan más del 40 por ciento del trabajo precarizado y mal pago. Obtener un buen trabajo como en el ferrocarril es una necesidad de muchas. Por todo esto es que mujeres y hombres ferroviarios deben construir una alternativa al pedracismo. Tienen motivos.

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