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¿EN MANOS DE JAIME O DE SUS 9.000 TRABAJADORES?

La crisis de Aerolíneas no se cierra con la estatización K

Después de la aprobación, por parte de los diputados –con cambios sustanciales al enviado por el Poder Ejecutivo- del proyecto de Ley de “recuperación de Aerolíneas Argentinas y Austral – Cielos del Sur”, el mismo se trata ahora en el Senado, y se estima que se aprobará sin mayores sobresaltos.

Armando Mouzo

28 de agosto 2008

Después de la aprobación, por parte de los diputados –con cambios sustanciales al enviado por el Poder Ejecutivo- del proyecto de Ley de “recuperación de Aerolíneas Argentinas y Austral – Cielos del Sur”, el mismo se trata ahora en el Senado, y se estima que se aprobará sin mayores sobresaltos.

Como ya se ha afirmado en estas páginas, lo que se pretende presentar como una defensa de los intereses nacionales, no es otra cosa que el salvataje de “grupos económicos privados que no garantizan la fuente de empleo para los trabajadores de nuestro país, que no cumplen con el entrenamiento a la tripulación, que no mantienen las aeronaves en funcionamiento, sea por ineficiencia o por conveniencia, que no garantizan la continuidad del servicio, que no dan importancia ni respetan lo que para el Estado Nacional y para los ciudadanos significa mantener la aerolínea de bandera”, según reza el texto del proyecto de Ley enviado por Cristina Kirchner. Asimismo dicho proyecto describe “la voluntaria descapitalización de la sociedad, así como los reiterados incumplimientos a los Convenios celebrados con el Estado Nacional”, se afirma que “en seis años se pasó de una deuda concursal reducida, a una deuda post concursal actual que ya se eleva a la suma de U$S 890.684.122”.

En lenguaje liso y llano, los dueños de Marsans llevaron adelante un verdadero vaciamiento y una estafa contra el Estado argentino. Tan es así que enfrentan un juicio en España por sus negociados con Aerolíneas, lo que no le impide al Banco de España salir en su defensa calificando a la Argentina como de “riesgo muy elevado” para las inversiones a raíz de la reestatización. Mientras que aquí, en lugar de llevarlos presos se los premia intentando comprarles la compañía que quebraron.
A su vez se comprende que no quieran llevar al banquillo de los acusados a estos capitalistas ya que serían rápidamente acompañados por funcionarios corruptos como De Vido y Jaime, sin cuyo aval el vaciamiento y la estafa no podrían haber ocurrido.
No sólo esto, como lo reconoció Jaime en el Senado, el acta acuerdo del gobierno con Marsans sigue vigente, lo que abre lugar a nuevos conflictos con esta empresa y el Estado español, en el caso de que no se llegue a un acuerdo en la valuación que tendría la empresa.

Por su parte, los representantes de la centro izquierda como Claudio Lozano, Pino Solanas y los ex – ARI conducidos por Eduardo Macaluse, rápidamente abandonaron sus postulados “nacionales”, para apoyar esta estafa del gobierno. Revelan así, que las posiciones intermedias tienen patas cortas, ayer se inclinaron para el campo hoy para el gobierno. Oscilan, pero siempre a favor de alguna facción burguesa.

Quieren pero no pueden

La oposición de radicales, la Coalición Cívica y el PRO considera que el pueblo argentino tiene escasa o nula memoria. Sólo así se puede entender que hoy hablen “contra el rescate a Marsans”, de corrupción, vaciamiento y estafa nada menos que quienes fueron funcionarios de la Alianza. Tanto el radical Gerardo Morales que era Secretario de Desarrollo Social o Patricia Bulrich, hoy junto a Carrió, que era Ministra de Trabajo, avalaron con su respetuoso silencio la entrega de Aerolíneas a Marsans, luego del desfalco llevado adelante por las instituciones del Estado español, Iberia y la SEPI durante el gobierno de De la Rúa. Por supuesto no sólo permitieron dicha entrega, sino también su escandalosa privatización por decreto, con la oportuna intervención de la Suprema Corte de justicia menemista.
A un desprevenido podría extrañarle el viraje de estos “representantes del pueblo”. El primer y principal problema que tuvieron es que no encontraron a ningún capitalista que quisiera hacerse cargo de Aerolíneas porque los españoles ya se habían robado todo lo que se podía robar. Eso es lo que está detrás de su impostura: no tienen proyecto alternativo para entregarla a un privado que vuelva a vaciarla como acostumbran hacer los empresarios cuando están al frente de un servicio público. El gobierno también deja esta puerta abierta a la reprivatización.

El proyecto de “recuperación” afirma que Aerolíneas y Austral – Cielos del Sur, nacionalizadas se conformaran como una Sociedad Anónima, para que en el caso de, una vez saneadas y en funcionamiento, se la puedan ofertar a algún otro burgués que le interese el negocio. Para esto sólo necesitarán una nueva Ley.
Pero tanto la política de la oposición como la del gobierno, responden a otro elemento. Los 9000 trabajadores de Aerolíneas y Austral que se resisten a perder puestos de trabajo y conquistas gremiales. Los políticos representantes de la burguesía son conscientes de que “sanear” la empresa, con despidos, rebajas salariales y deterioro de las condiciones laborales, hoy no son posibles gracias a esta aspiración además del sentimiento popular que se manifiesta en un apoyo a la recuperación de la “línea de bandera”. Por ello el neoliberal Mariano Grondona critica tanto al gobierno como a la oposición como un “bi-populismo” ya que “la preocupación común de ambos bloques fue satisfacer como fuera el reclamo sindical de que se deje intacta la planilla laboral pese a que todos saben, aunque lo digan por lo bajo, que está fuertemente sobredimensionada” (La Nación, 27/08).

Una salida de los trabajadores

La dirigencia sindical de todos los gremios está abrazada al proyecto oficial. Es decir que se aprestan a participar en la gestión de Alak, Jaime, De Vido y la política de salvataje a Marsans como ayer, la mayoría de ellos, apoyaron que Aerolíneas quede en sus manos. ¿Cuál será el futuro de la empresa con esta administración?

En manos de este gobierno es posible que se mantenga a flote transitoriamente a merced de una inyección constante de dinero y negociados a costa del pueblo argentino. Sin embargo preparará nuevas crisis en el futuro. La verdadera perspectiva que se nos presentará a los trabajadores con el inicio de la crisis capitalista internacional, es la que irremediablemente repercutirá en nuestro país con quiebre de empresas, restructuraciones y despidos.
El primer requisito para recuperar en serio la empresa es la expropiación sin pago de la misma y su puesta bajo administración de un directorio de trabajadores, electo por todos.

En segundo lugar es necesaria la investigación de todo lo actuado desde la privatización menemista para exponer los negociados de los capitalistas, sus cómplices y los funcionarios corruptos, ante los ojos del pueblo. Así se demostrará que la expropiación es legítima, se luchará para que sean ellos los que se hagan cargo de las deudas de la compañía y que estén en el lugar que le corresponde, la cárcel.

Cómo se ha dicho, los principales interesados en que la empresa funcione y sea eficiente en servicio de los intereses del pueblo, son los trabajadores. Sólo bajo su administración se impedirán nuevas estafas. Una administración de los trabajadores de Aerolíneas pondría en discusión el rol que debe tener este importante servicio público para que esté en función de los intereses de los trabajadores y el pueblo, una Línea Aérea Estatal Única que una los distintos puntos del país y no se rija por los criterios de rentabilidad empresaria entrelazando el sistema aéreo en un plan racional del conjunto de las ramas del transporte automotor y ferroviario. Un ensayo de planificación obrera en la lucha por el gobierno de los trabajadores que ponga al servicio de la mayoría nacional los principales resortes de la economía.

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