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Santa Fe

Ante el lanzamiento de la candidatura del compañero Carlos Del Frade

La “unidad” sin programa prepara futuros fracasos

PTS Santa Fe

8 de octubre 2014

La “unidad” sin programa prepara futuros fracasos

Diferentes corrientes de izquierda y de centroizquierda rosarina están en discusiones para aliarse hacia las elecciones provinciales de 2015. Aunque en este espacio hay sectores y compañeros a los que respetamos y con los que compartimos (y compartiremos) muchas luchas, sin mezquindad alguna, a la hora de construir acuerdos políticos duraderos, creemos que hay que hacerlo con claridad y con acuerdos programáticos y políticos (de práctica) genuinos. Por el contrario, creemos que en este caso se trata del armado de una mera alianza electoralista, sin acuerdos programáticos serios, ni públicos ni internos, como se ve en el hecho que hay dos actividades de lanzamiento de la misma única candidatura (¡), con seis días de diferencia.

Esto no es casual ni es un problema organizativo. Los que impulsan la candidatura de Del Frade tienen diferencias cualitativas que van desde sectores que apoyaron el lock out agrario y al PS de Binner, con sectores que adhieren al kirchnerismo. El único elemento de unidad es la candidatura de una persona, el periodista Carlos Del Frade, que iría como Diputado Provincial. Con esto, parecen repetir el modelo de construcción del ya disgregado Proyecto Sur, agrupamiento unido únicamente alrededor de una figura con peso mediático, Pino Solanas, que finalmente terminó como aliado de la UCR, el PS de Binner y Carrió. Todo, sin que haya un balance por parte de los que fueron parte de este partido, entre ellos el PSA y el propio compañero Del Frade. No tenemos afán polémico en sí mismo. Pero como en diferentes convocatorias llaman al FIT a sumarse a este armado, queremos responder fraternalmente, pero con claridad, porqué esto no es viable.

¿La centroizquierda “sojera” es una opción para los trabajadores o es una variante del Partido Socialista?

Dentro de los que vienen impulsando la candidatura de Del Frade se encuentran el Partido Comunista Revolucionario (PCR) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Dichas corrientes apoyaron el lock out agrario de la Sociedad Rural a la que caracterizaron como “la pueblada federal agraria” y “gran triunfo de la movilización popular” cuando cayó la 125. Mencionar esto NO es traer “discusiones viejas” y ponerlas sobre la mesa. Se trató de un verdadero cimbronazo que trazó una línea divisoria en la izquierda, entre los que apoyamos los reclamos y los intereses de los trabajadores con independencia de los gobiernos, o los que ceden y claudican a la oposición patronal. La imagen lamentable de algunos dirigentes de la izquierda marchando con Hugo Biolcati, con la golpista y genocida Sociedad Rural, o los elogios al ahora macrista Alfredo De Angelis o al ahora massista Alfredo Buzzi, son indelebles y aun son una vergüenza que pesa sobre sectores de la izquierda.

El PCR en provincia de Buenos Aires apoyó candidaturas del Partido Socialista e integró, junto al MST, alianzas con De Gennaro –que a su vez brindó su apoyo a Binner-, Pino Solanas y Claudio Lozano que votaron contra la 125 con el conjunto de la oposición patronal, a pedido de la llamada “Mesa de Enlace”. Esto fue repudiado por amplios sectores en aquel entonces. Sin embargo el llamado “degennarismo” profundizó su estrategia sojerista integrándose al FAP de Hermes Binner. El mismo Hermes Binner que enfrentamos diariamente acá, como izquierda, como trabajadores, como docentes…

Ni el compañero Del Frade, con quien compartimos numerosas luchas, denuncias y puestos de batalla, ni el PSA ni los sectores que impulsaron Proyecto Sur, han publicado los motivos de la separación de Pino Solanas y la ruptura de este proyecto político. Todos los sectores que mencionamos antes, por otro lado, tampoco evaluaron críticamente su apoyo a los ruralistas, verdaderos “millonarios de combate”. Lejos de eso, los compañeros del PCR y el MST continuaron aliados a De Gennaro en provincia de Buenos Aires donde no pasaron el 1,5% en las pasadas elecciones. Se trata de un polo “sojero” de la centroizquierda rosarina, que no supo ni se propuso ser alternativa al “progresismo gorila” hoy reunido en el FA-UNEN.

Los compañeros de Patria Grande, que se sumaría al frente que impulsa la candidatura de Del Frade, también fueron parte de las alianzas con Lozano en Capital Federal (con Marea Popular), y con De Gennaro, a quién ahora discuten si apoyarán en su candidatura presidencial junto con personal político vinculado al Vaticano.

¿Una izquierda de lucha, o una centroizquierda respetuosa del Estado, el kirchnerismo y el PS?

En el otro polo de la alianza en gestación se encuentra el Frente para la Ciudad Futura (PCF), que desde sus orígenes se caracterizó por la ambigüedad y por sostener la posición de que los oficialismos que conducen el Estado nacional y provincial no solo deben ser tolerados sino que representan una “garantía” contra el retroceso de las demandas populares. En una especie de documento fundacionalpara la mayoría de los que hoy integran el FCF se dice: “Sabemos que Cristina Kirchner no va a hacer la revolución, pero hasta que no construyamos un instrumento que lo supere… que siga ella pues”. Una defensa abierta del gobierno que paga la deuda, que ataca los docentes, que ataca a los petroleros de Las Heras, que reprime semanalmente a los trabajadores en la Panamericana. ¿De qué serviría hacer un frente si todos los días un sector del mismo tendría que salir a aclarar que NO apoyamos a un gobierno que nos reprime, mientras otro sector considera al kirchnerismo como un “reaseguro” frente al avance de la derecha?

En nuestra provincia, la bota donde los sojeros amasan fortunas y donde las multinacionales cerealeras exportan dólares al por mayor, dicen: “En la provincia de Santa Fe, más o menos lo mismo. No hay mucho más que dos opciones. El Frente para la Victoria o el Partido Socialista representan un no retroceder, con sus matices y grandes diferencias. Depende de usted cual le gusta más. Tampoco le vamos a decir que hacer”. Ellos ven amigos donde nosotros vemos verdugos…

Los proyectos de tambo recuperado y de construcción de viviendas (que trabajan los compañeros de Giros en una pequeña escala territorial mientras el Estado lo permita), son acompañados con una aceptación sumisa del conjunto de la política estatal, que lejos de representar un “no retroceder” ha llevado a la ciudad de Rosario a ser cuna de la complicidad política con la narcopolicía y con la trata, y capital de la precarización laboral.

¿Un frente a favor o en contra de la militarización de Rosario con la Gendarmería?

En esta línea, el FCF saludó “la necesaria intervención de gendarmería” en Rosario, militarizando los barrios populares gracias al pacto derechista del socio narco Bonfatti y Sergio Berni, uno de los personajes más reaccionarios del Gobierno Nacional. Una posición de la que no se han retractado a pesar de acumularse las denuncias sobre el accionar de gendarmes contra la juventud explotada, gays, travestis y lesbianas.

Mientras salía este apoyo de los compañeros a los gendarmes, nosotros nos organizábamos con organismos de DDHH para repudiar esta ocupación represiva, que hasta acarrea denuncias de violaciones. Nuevamente: ¿de qué sirve hacer un frente si ni siquiera podría oponerse coherentemente a estas medidas represivas, denunciando unos los que otros aplauden? Solo un armado electoralista puede permitirse esto. Nosotros no.

Por otra parte, han desarrollado pactos con sectores del PJ, como con el sector de María Eugenia Bielsa a quién la figura del FCF, el compañero Juan Monteverde, saludó públicamente por sus “convicciones”.

Los compañeros de FPF, por su lado, han tenido desde su surgimiento una ligazón con los sectores de la directiva de AMSAFE Rosario que se rompieron con la conducción del Sindicato para sumarse a la burocracia sindical Celeste que apoya, sin hacer arcadas, al kirchnerismo y al binnerismo, simultáneamente. ¿Un frente así apoyaría a los miles de docentes combativos, que enfrentan al gobierno, o defendería a los bomberos celestes de Sonia Alesso, más preocupados en defender las arcas del Estado que el bolsillo cada vez más flaco de los trabajadores? No tener claridad sobre cuestiones tan elementales, hacen de este frente un verdadero cambalache que necesariamente arranca y seguirá con cortocircuitos.

¿Unidad o personalismo? El tipo de unidad por el que peleamos

La convocatoria de lanzamiento de la candidatura de Del Frade es un llamado a la “unidad” que incluye no solo a las corrientes mencionadas sino también al Frente de Izquierda. El PTS defiende el método de la construcción del FIT. No se trata de un partido único y sin diferencias. Por el contrario, aun persisten divergencias sobre varias cuestiones políticas, de práctica, estratégicas. Pero defendemos que se trata de un frente basado en la discusión de un programa bastante desarrollado y, sobre todo, en muchas luchas dadas juntos, que hacen del FIT un frente de genuina independencia política de los gobiernos y de la oposición patronal, de defensa de los intereses de los trabajadores (y no de capitalistas como la Federación Agraria), anticapitalista y antiimperialista.

Lejos de esto, creemos que no existe una verdadera “unidad” ni, hay que decirlo, puede existirla, ya que es un armado entre corrientes por diferencias políticas y tensiones alrededor de todas las cuestiones mencionadas arribas, además de todo el resto de las candidaturas que no son la de Diputado Provincial, que encabezará Del Frade. Para ser claros: en realidad, el único acuerdo que hay es la candidatura de Del Frade, no un programa, no posicionamientos claros frente a los gobiernos, ni siquiera la misma fecha de un acto. Así, aunque en diferentes lugares se dice rechazar los personalismos, no logramos encontrar acuerdo político genuino alguno. Si solo se puede acordar una candidatura y todo el resto es disidencia, tensiones, rencores, esto no es unidad: es un armado destinado a terminar mal. De hecho desde el lanzamiento de la candidatura, donde distintos sectores se atribuyen “la” “buena nueva”, todo ha sido un cabildeo que no parece frenar, lo que genera malestar entre los propios actores, militantes, compañeros. ¿Es esta la unidad que necesitan los docentes combativos, los trabajadores, los estudiantes, los que enfrentamos la represión?

No se puede subordinar a una sola persona, por más respetable que sea, toda la vida política por fuera PS, el PRO y el PJ a una sola persona. Al no haber programa ni acuerdos políticos esto solo puede resultar en un rejunte destinado a disgregarse apenas terminadas las elecciones. Ya lo vimos con el ejemplo de Luis Zamora. Aquí podría ser incluso peor ya que, como graficamos, no es una personalidad sin partido, sino una candidatura que tiran todos para distintos lados. Pensemos que el año que viene un sector de este frente puede estar apoyando a De Gennaro (que no es descartable que reflote su alianza con Binner, al que le dedicó piropos al por mayor) mientras que otro puede apoyar la candidatura de Bielsa y Perotti, o al “elegido” por la “compañera Presidenta”. El argumento de que “hay que hacer una alianza específica de Santa Fe” es una sutil manera de decir que no habrá acuerdos duraderos en casi nada, excepto en la perspectiva de obtener un cargo. Ante opciones así, optamos por la seriedad.

Sin independencia política del PS y el kirchnerismo, no hay izquierda en Santa Fe

El crecimiento del FIT desde 2011 a esta parte no fue ni un milagro, ni un nicho electoral ni una alquimia. Es el resultado de una izquierda que da la lucha contra el gobierno kirchnerista (y contra los provinciales) y que sostuvo una posición de lucha y de independencia de clase ante los principales hechos de la vida política nacional (López, aumento de la represión, asesinato de Mariano Ferreyra, lock out agrario, pago de la deuda, surgimiento de la oposición progresista, luchas emblemáticas como Kraft, Lear, Liliana, denuncia del Proyecto X, etc., etc., etc.). Por ello el FIT es una fuerza nacional, la más votada de toda la izquierda, con un millón y medio de apoyos: precisamente por habernos mantenidos independientes del gobierno nacional y de la oposición patronal. Un llamado a unirnos con sectores que apoyaron a la Sociedad Rural o que saludan la intervención de Gendarmería es absolutamente contradictorio con nuestro programa y todas las luchas que damos en el movimiento obrero y la juventud. ¿Qué acuerdos políticos podemos tener con los que saludan a la Gendarmería que nos reprime y detiene compañeros en la panamericana por estar junto a los obreros de Lear? Tampoco queda claro que acuerdo tendrían con compañeros de los movimientos sociales que junto al FIT denunciamos la militarización de Rosario y los abusos de la Gendarmería.

Apostamos a seguir fortaleciendo el crecimiento de una izquierda que se una con los trabajadores, con la emergencia de una juventud obrera superexplotada y hacinada en barrios militarizados, como representaron los trabajadores de Liliana. Y al desarrollo del Frente de Izquierda como expresión política de un sector de la juventud y la clase trabajadora hastiada del gobierno nacional y provincial, asociados hasta la médula con el narcotráfico y las multinacionales que expolian la provincia. Si nos invitan a discutir cómo fortalecer una izquierda consecuente, allí estaremos, como siempre. Si se trata de porotear candidaturas y pelearse todo el resto, no cuenten con nosotros.

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