Quien se lleva todas las críticas es la revista Noticias que no dudó un segundo en utilizar las fotos para denigrar la imagen de una de las poquísimas mujeres dirigentes del movimiento piquetero, que aunque con una composición mayoritariamente de mujeres, tiene sólo varones como dirigentes públicos reconocidos.
La revista Noticias divide claramente dos facetas en la vida de Nina Pelozo, la “piquetera” (que viste pantalones y zapatillas) y la “mujer que hay dentro de ella”, es decir, la “verdadera”, que posa sugestivamente desnuda con el poncho característico de Castells. Noticias reafirma que la única manera en que las mujeres podemos sentirnos “verdaderas” mujeres es como objetos sexuales.
A los dirigentes piqueteros varones se los invita a programas de televisión e incluso se hacen bromas sobre ellos, pero jamás se le ocurriría a Noticias poner fotografías de alguno de ellos como objetos sexuales. Eso se hace con las mujeres.
Por eso rechazamos la imagen femenina que nos venden los medios de comunicación, dispuesta a satisfacer las fantasías de los varones, que lejos está de reflejar la vida de los millones de mujeres de carne y hueso que soportan la desocupación, la miseria, cargan sobre sus espaldas la doble jornada laboral que significan los quehaceres domésticos, que son víctimas de abusos y violencia cotidianamente, etc.
Pero no compartimos la decisión de Nina Pelozo de acceder a este pedido de Noticias, para posar en fotos que fueron utilizadas, luego, para denigrarla. No coincidimos con ella en la necesidad de ajustarse a los cánones de la belleza que impone este sistema, donde las mujeres somos atractivas sólo como objetos sexuales y no por nuestros valores personales, sólo para adquirir más notoriedad en los medios.
Pero centralmente no coincidimos con Nina Pelozo porque le dio la oportunidad a Noticias y a una andanada de medios y programas derechistas desde canal 9 hasta Tinelli, de denigrar la imagen del movimiento de desocupados, hasta el punto de comparar estas fotos de una dirigente piquetera con la de una enemiga de clase de los millones de obreros/as ocupados/as y desocupadas/os de Argentina, como María Julia Alsogaray (que hace años posó para una revista sólo cubierta con un abrigo de piel).
Las mujeres somos diversas. El estereotipo de objeto sexual en el que nos quieren encasillar los medios de comunicación no nos representa. Y tampoco aspiramos a ser incluidas en él, porque forma parte de las mismas condiciones de nuestra opresión.