En las últimas semanas dos hechos alteraron la aparente calma en Jujuy. Uno de ellos, lo publicamos en la edición de este semanario (ver LVO N° 288), bajo el título La Rabia. Informábamos la estremecedora muerte de un joven por la mordedura de un perro, luego de más de un mes de agonía en el hospital. Las autoridades pasaron del silencio a sugerir a sus padres no hacer público el hecho.

El segundo, fue el brutal desalojo de una comunidad de aborígenes en la localidad de El Talar. Hace unas semanas, con topadoras y patrulleros, en horas de la madrugada arrasaron con 186 familias. Pasaron por encima de sus casas, sembrados, y hasta de una legislación, que ampara a las comunidades de todo desalojo hasta el 2010. Despejaron la zona y avanzaron con el llamado plan de “colonización”, para entregar las tierras a productores de soja. Este procedimiento, se ampara en una ley dictada por el gobierno de Fellner (hoy presidente de la Cámara de Diputados K) que autoriza al “Instituto Jujeño de Colonización” para actuar en “la colonización de las tierras fiscales rurales mediante entrega de la propiedad a fin de ser incorporadas a los procesos productivos en explotaciones agropecuarias y forestales, y la regularización de aquellas tierras ocupadas ancestralemente”, según el Art. 74 de la Constitución Provincial, por Ley 4394/88.

Malos recuerdos

¿Recuerda el lector, los enardecidos discursos de Cristina contra los terratenientes alertando sobre las consecuencias del avance de la soja? o ¿el anuncio de la construcción de hospitales con lo recaudado de las retenciones? ¿Recuerda el lector, el apoyo del gobernador Barrionuevo a estos anuncios?

Sólo recuerdos de anuncios K. Realidad de leyes propias de Julio A. Roca redactadas y aplicadas por hombres K en la provincia. Realidad de desalojos, muertes por rabia y represión en La Quiaca. Aumento del boleto de colectivos, inminentes aumentos en tarifas de Luz y Agua. Realidad de inflación del 14,5% en el primer semestre y salarios por detrás del miserable nuevo básico del gobierno nacional. Los sindicatos callan.

Bajo la lluvia ácida en Palpalá, Barrionuevo ahora dice defender los intereses de las comunidades cercanas a las mineras, que matan con plomo en sangre y cáncer, de útero a las mujeres, y hombres de Abra Pampa. Demasiadas paradojas que a estas alturas acumulan bronca en el pueblo trabajador.

Festejos colonizadores

A kilómetros de los desalojados la poderosa familia Blaquier, festeja sus 100 años. Un siglo de asesinatos y reclutamiento forzoso de aborígenes como mano de obra. Festejos, entre “apagones”, tortura y desaparición de trabajadores. Aplicación de la ley videlista que rige sobre los trabajadores rurales, superexplotación y más muertes por contaminación. Festejos de las ayudas millonarias del Estado, con aranceles a la importación de azúcar y subsidios a la exportación: ganancias extraordinarias.

Festejos de una familia que ha llevado una “genuina colonización”, haciendo y deshaciendo la provincia a su antojo, ahora bajo la atenta mirada del gobierno provincial. Paradojas K.

Bronca e Independencia política

El gobierno ya comienza a descargar la crisis sobre nuestras espaldas, siguiendo los pasos del gobernador de Córdoba, o la misma Cristina. La violencia e impunidad con que hoy actúan es sólo un anticipo. La bronca está, aún no termina de estallar. Los trabajadores y estudiantes necesitamos organizarnos en forma independiente, uniendo nuestras fuerzas, para pelear por nuestras justas reivindicaciones, y hacer saltar por los aires las insoportables paradojas K.