La patronal de Liliana montó una nueva provocación donde reiteran su práctica antisindical: el lunes despidió a 4 trabajadores, participantes de las asambleas.
La insólita causa esgrimida es un supuesto robo de cables. La patronal dice que no tiene identificados a los responsables y que las cámaras no ayudan a encontrarlos, pero, por “prevención” despide arbitrariamente a 4 trabajadores diciendo que perdió la “confianza”.

La verdadera intención de la patronal es violar lo acordado con los delegados de base ante el Ministerio Provincial: el pase a planta del personal en un plazo máximo de 90 días, sin discriminar a los activistas, y según la antigüedad. Estos despidos son precisamente contra los activistas y contratados con mayor antigüedad en la planta.

Inmediatamente los delegados y los despedidos se hicieron presentes en la UOM para reclamar el apoyo del gremio, pero la contestación, por ahora, fue que por los contratados no van a hacer nada. El 2% se descuenta a todos, pero no todos tienen derecho a ser defendidos. Los trabajadores le solicitaron que se hagan presentes en la fábrica para que la asamblea le exprese sus reclamos, pero aun no aparecieron por la planta.

Por eso, en la asamblea decidieron ingresar con los despedidos y así lo hicieron el miércoles, exigiendo a la patronal que les asigne tareas. Durante todo el día se mantuvo la asamblea permanente. El paro fue contundente y una demostración de que la fuerza de los obreros está en las asambleas.

Desde adentro de la fábrica, los trabajadores llamaron a la UOM, porque siguen reclamando que se ponga a la cabeza de las demandas de la asamblea. Por eso preparan la afiliación masiva de todo el personal.

Al finalizar el paro, en nueva asamblea fortalecida por el triunfo de la medida, se decidió mantener la medida el jueves y sumar a las organizaciones solidarias para que mantengan un corte durante las primeras horas de la mañana.

La lucha de los jóvenes trabajadores de Liliana está ampliando su repercusión. Hoy se rompió el cerco mediático que la empresa garantizó con millones de pesos y regalos obscenos a los grandes medios. Los trabajadores de prensa transmitieron su indignación y apoyo. Cada trabajador del cordón industrial de la zona sur se siente hermanado con la lucha de Liliana. Las pintadas en apoyo no solo siguen en los paredones, sino que se empiezan a multiplicar en los baños de las otras empresas. Es tal el miedo de la patronal que el clásico buzo con la marca de la empresa al frente y en la espalda fue remplazado por buzos lisos porque ya sabe que Liliana no solo significa “electrodomésticos” sino también “lucha obrera”.

La CTA Rosario hizo pública su solidaridad y convocarán a reuniones junto a la CGT San Lorenzo para hacer material el apoyo. Desde el PTS acompañamos desde hace meses esta experiencia de organización inédita en la región. La lucha de los trabajadores de Liliana es ya una lucha testigo donde se juega mucho más que las justas demandas de los trabajadores de la empresa. Es la lucha de todos los jóvenes precarizados de la región y de todos los trabajadores que sufren el despotismo patronal y la entrega de la burocracia sindical.

Es necesario rodearla de solidaridad para que triunfe.