Luego del tornado del miércoles 4 sobrevino la tormenta K, llena de imprevisión, mentiras, clientelismo, amenazas, represión y militarización de los barrios más vulnerables de Moreno.

Mientras el intendente salía por los medios nacionales a decir que estaba todo bajo control y que la ayuda llegaba a la población… barrios como Casasco (Las Casitas) eran víctimas de la desidia, ausencia total del Estado municipal, provincial y nacional.

El Sábado 7 y domingo 8 organizaciones sociales tuvieron reuniones con funcionarios en la Municipalidad sin poder obtener ninguno de los pedidos que se hacían, por ejemplo la creación de un comité de crisis, participación activa de las organizaciones en la distribución de la ayuda, etc. Ya iban cinco días y no había ningún tipo de respuestas para Casasco y otros barrios.

En consecuencia se organizó un corte del Acceso Oeste y movilización a Edenor y Municipalidad de Moreno para el martes 10. Ese día fue recibida una comisión en la Municipalidad donde se comprometieron a que la ayuda la iban a manejar los referentes barriales. Los vecinos autoconvocados hasta ese día se habían organizado para paliar la falta de luz, de agua y de alimentos, realizaron varias ollas populares y meriendas para los pibes con ayuda que acercaron compañeros de organizaciones.

Al 18 de abril los números oficiales son cinco mil familias damnificadas, 323 casas del plan federal del barrio Casasco con voladura de techos, 90 mil familias sin luz, 300 familias con casas totalmente destruidas, 16 escuelas muy dañadas y más de 40 con daños menores. De los muertos y heridos no hay cifras oficiales en Moreno.

El viernes 13 el gobernador Scioli junto al Intendente Mariano West, visitaron la escuela N°23 del barrio Cortejerena, para hacer lo que mejor saben: ¡rostro!... Para sorpresa de ellos, vecinos del barrio comenzaron una protesta en la calle por la falta de repuestas por parte de estos canallas. Tuvieron que huir del lugar, previo acto patoteril de sus custodios que golpearon a los manifestantes, entre ellos mujeres con chicos.

Todo esto en un contexto de corrupción K que permite una vez más la desinversión, en este caso por parte de Edenor, ya que los postes de luz son de madera y no son mantenidos, no hay poda preventiva, ni cableado subterráneo en lugares estratégicos, ni nada de nada.

Defensa Civil hizo esfuerzos desde el primer día pero fueron insuficientes, lo mismo que los bomberos voluntarios. El Servicio Meteorológico no emitió la alerta correspondiente, que hubiera evitado algunos heridos y muertos. Ahora confirman que lo que el pueblo padeció fue un Tornado F2 (vientos que oscilan entere 180 y 250 km/h) en un recorrido de 70 km por frentes que oscilaron entre los 1.500 a 2.500 mts.

El tornado dejo al descubierto el desprecio de la política K y los intendentes del Gran Buenos Aires hacia el pueblo que sigue soportando sueldos míseros, precariedad laboral, transportes públicos peligrosos, falta de cobertura en salud y la falta de acceso a una vivienda digna.