Cristina realizó junto al jefe de la UOCRA Gerardo Martínez un acto en Mar del Plata donde afirmó que necesitaba “sindicatos fuertes” para el “acuerdo entre el capital y el trabajo” que significa el Pacto Social. Martínez sostuvo que él tiene “una alianza estratégica con los empresarios” de la construcción, nada menos donde el trabajo en negro alcanza los más altos niveles.

Horas más tarde, en pleno centro de la Capital, un grupo de choque encabezado por dirigentes de la UTA irrumpió en el Hotel Bauen provocando destrozos en las instalaciones y golpeando a periodistas y trabajadores, donde el cuerpo de delegados del subte realizaba una conferencia de prensa. Mientras los delegados de base estaban por anunciar una huelga por el doble aguinaldo, la patota de la UTA intentó impedir el paro. Un antecedente de semejante acto de carneraje profesional lo dio semanas atrás la cúpula de seis gremios que se atribuyen “el encuadramiento” de los jóvenes del Casino Flotante y sus legítimos delegados: dejaron constancia en el Ministerio de Trabajo que no iban a permitir que se reincorpore a los despedidos que luchan contra los mafiosos capitalistas del juego. La misma práctica llevan adelante los grupos de UPCN de Andrés Rodríguez, un aliado del jefe de Gabinete Alberto Fernández, contra los trabajadores de ATE en el INDEC que denuncian los índices truchos.

Las organizaciones sindicales antiburocráticas y combativas junto a los organismos de derechos humanos debemos coordinar la autodefensa ante el matonaje de los dirigentes sindicales millonarios y corruptos.