El 28/05/08, luego de finalizadas las negociaciones en el Ministerio de Trabajo de la Nación donde la empresa se niega a reincorporar a tres trabajadores injustamente despedidos, los trabajadores de la Línea 60 de colectivos deciden convocarse en asamblea para decidir los pasos a seguir en la lucha por la reincorporación de sus compañeros.

En esos momentos ˜ángel Perticaro delegado de base de los trabajadores es insultado y amenazado por el Jefe de Personal de la empresa MONSA diciéndole que “...te voy a pegar un tiro en la cabeza” y continuó diciendo “te voy a agarrar en la calle y te voy a partir con el auto”; la denuncia penal fue radicada en la Fiscalía Descentralizada de Escobar del departamento judicial Zarate-Campana.

Hoy ˜ángel, que en enero del corriente año descubrió que es hijo de una obrera desaparecida durante la última dictadura militar, en su condición de delegado de base es amenazado y atacado de la misma manera que en los ’70 las empresas amenazaban a los trabajadores y sus delegados como la Mercedes Benz, Techint, Fiat, Ford, Fate, Terrabusi, Ingenio Ledesma, Astillero Río Santiago, etc.

MONSA, que desde hace 75 años cubre más de 20 ramales, donde cientos de trabajadores viajan hacinados como ganado producto de la desidia patronal, pese a los millonarios subsidios que le otorga el Gobierno de los Kirchner, continúa persiguiendo a los trabajadores y Delegados que luchan por sus legítimos derechos y los de sus compañeros.

Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos repudiamos estas amenazas y hacemos responsables a la empresa MONSA y el Gobierno Nacional por la integridad física de los trabajadores de la línea 60 exigiendo la inmediata reincorporación de los trabajadores despedidos y llamamos a las organizaciones de Derechos Humanos, Culturales, Estudiantiles, sociales y Partidos Políticos a repudiar estos hechos apoyando a los trabajadores en lucha por sus derechos.

Centro de Profesionales por los Derechos Humanos

Ultimo momento

Reincorporaron a todos los despedidos

Después de un largo conflicto y duras negociaciones, la patronal MONSA tuvo que reincorporar a los últimos 3 de los casi 20 trabajadores que habían sido despedidos luego de la patoteada de la UTA.