Las importantes acciones de lucha recientes, con la toma de la sede de la UOM, la marcha a la Secretaría de Trabajo, el bloqueo en la sede de Rafaela, marcan el camino a seguir para que la tenaz lucha de los trabajadores de Mahle triunfe.

Tras más de 125 días de ocupación de la planta, los gobiernos nacional y provincial junto a la UOM de Caló, anunciaron una y otra vez a los trabajadores la supuesta reapertura de la planta. No fue más que un engaño: antes del 28 de junio prometían la llegada de nuevos inversores para encubrir el vaciamiento patronal y la amenaza de 500 familias en la calle, en un escenario electoral. Pasadas las elecciones se desvanecieron los inversores.
La nueva promesa vino, ni más ni menos, que de la mano, de Guillermo “patota” Moreno, el interventor del INDEC, con la propuesta de un fideicomiso, con el objetivo de que los trabajadores de Mahle siguiesen a la espera, bajando la guardia. En menos de 20 días el fideicomiso se sumó a la larga lista de promesas incumplidas.

La bronca se hizo lucha

La bronca contenida por tantas maniobras y esperas hizo explosión y en menos de una semana los trabajadores de Mahle protagonizaron una jornada de lucha ejemplar. Primero, con la ocupación de la UOM local donde entregaron sus exigencias de Congreso Regional metalúrgico, paro nacional y regional de la GCT, y el aporte efectivo al fondo de lucha.

Después un grupo de compañeros viajó a la planta de Rafaela (a 200 kilómetros) y bloquearon sus puertas ganándose la solidaridad de los trabajadores, los gremios locales y el conjunto de la población. El jueves, mientras cientos de trabajadores se encontraban presionando en la Secretaría de Trabajo e impidiendo que el gerente Cerra huyera, otro grupo garantizó el corte total de la autopista Rosario-Buenos Aires.

La empresa reconoció los salarios adeudados, pero junto a esto, despidió a todos los trabajadores a partir del 31/08, poniendo a disposición las indemnizaciones. Un gran fondo de huelga nacional se impone como una necesidad urgente para que la lucha pueda seguir adelante y la patronal no vaya quebrándola por hambre.

Las jornadas de lucha de la semana pasada demuestran que los trabajadores aún tienen fuerza para imponer la reapertura de la fábrica. Por ello desde el PTS proponemos las siguientes medidas, al mismo tiempo que como desde el primer día dejamos en claro nuestro incondicional apoyo a la lucha. Junto con el impulso a un fondo de huelga, proponemos poner en pie un Comité de Lucha entre el Cuerpo de Delegados y los compañeros más activos y decididos, que funcione entre asamblea y asamblea, para garantizar cada medida votada, convencer a todos los que dudan y sumarlos a la lucha por la reapertura de la planta, participar de las negociaciones, etc.

Un amplio sector de compañeros comienzan a sacar la conclusión de que la confianza ciega en las promesas de la UOM y en el gobierno no es la salida. Hay que exigir con fuerza a la UOM las medidas que se plantearon en la ocupación de la sede: paro regional y nacional metalúrgico, y plan de lucha hasta que Mahle triunfe.

Si redoblamos la lucha compañeros, se puede ganar, logrando la reapertura, con todos adentro.

El gobierno tiene que dejar de subsidiar a los capitalistas vaciadores y que despiden trabajadores. Hay que expropiar sin pago a estos empresarios como Mahle, que cierran empresas, y poner esas fábricas bajo control obrero, como lograron los ceramistas de Zanon en Neuquén.

Mahle y Dametal: la lucha es una sola

Los 20 trabajadores tercerizados que pertenecen a Dametal pero desempeñan tareas dentro de Mahle están pasando una situación muy dura. Dametal les adeuda 3 quincenas y los considera despedidos. Desde el primer día estos 20 compañeros unieron su lucha a la de los de Mahle como una sola, hubo un piquete común y se instaló una carpa en las puertas de Dametal.