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Mujer

Suplemento Especial de Pan y Rosas para el XX Encuentro Nacional de Mujeres

Malvenido Bush

6 de octubre 2005

El cínico carnicero del pueblo iraquí en su última campaña electoral llegó a afirmar “lo que estoy diciendo es que debemos promover la vida. Promover la adopción es una gran alternativa al aborto”1.
Luego de iniciado su actual mandato, Bush firmó una ley que prohíbe el aborto en gestación avanzada en Estados Unidos, la que fue bloqueada por al menos tres jueces por considerarla inconstitucional. Esta ley consistía en prohibir la práctica de abortos en el segundo y el tercer trimestre de embarazo.
Quienes defienden el derecho a decidir de las mujeres sostienen que esta ley es demasiado amplia y no considera excepciones, como la posibilidad de que existan riesgos para la salud de la madre, y que constituye un primer paso de los conservadores para prohibir totalmente el aborto en Estados Unidos, legalizado desde 1973.
Desde su reelección, Bush obtuvo la prohibición al matrimonio entre personas del mismo sexo en 12 estados, cercenando los derechos de gays y lesbianas.
Se preparan nuevos ataques, incluyendo la prohibición de transportar menores a través de las autopistas estatales para conseguir un aborto en otro estado y un segundo intento de prohibir el RU-486, la píldora de aborto.
Desde 1995 las legislaturas estatales han aplicado 380 leyes restringiendo el acceso al aborto con la imposición de períodos de espera, consentimiento de los padres o requerimiento de notificación, y regulaciones más estrictas sobre las clínicas. El número de clínicas y doctores que practican abortos se ha reducido al punto que el 87% de los condados de los Estados Unidos no tienen un solo proveedor de aborto.
Todos estos ataques castigan a las mujeres trabajadoras y de los sectores populares, especialmente a las mujeres negras, que son quienes no cuentan con los medios para pagarse un aborto o el viaje necesario para poder efectuarse dicha operación.
El cinismo imperialista no tiene límites: el Secretario de Educación del gobierno de Bush acaba de declarar -según el diario británico The Guardian- que si se permitiera el aborto a las mujeres negras bajaría la tasa de criminalidad. ¡Son unos fascistas! Como lo demostró el Katrina, los afroamericanos -especialmente las mujeres y las niñas- son quienes más padecen los efectos, no de los huracanes, sino de la política imperialista de su gobierno.
Más de un millón de mujeres, hombres, organizaciones sociales y políticas se han manifestado el año pasado por la defensa del derecho al aborto legal. Se avecina una dura lucha para mantener los derechos conquistados en EE.UU.
La ofensiva contra los derechos de las mujeres, de gays y lesbianas son parte de un ataque a todas las conquistas sociales de la clase obrera y los sectores populares. Pero la continuidad de la guerra en Irak, el desastre causado por el huracán Katrina y los recortes al presupuesto de salud y seguridad social han originado un movimiento contra Bush en el corazón mismo del imperio, que se ha expresado en la multitudinaria marcha convocada por la madre de un soldado muerto en Irak.
Por eso, las mujeres latinoamericanas trabajadoras y de los sectores populares también debemos enfrentarnos al imperialismo, unidas a la mujeres de la clase obrera yanqui y a las mujeres negras y latinas. Hoy Kirchner se prepara para recibir a Bush. Nosotras gritemos ¡No a Bush! ¡Fuera el imperialismo de Irak y América Latina!

Prensa

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