Montada sobre el dolor del pueblo trabajador, la ministra de Seguridad Nilda Garré propuso “la formación de una fuerza profesional en delitos complejos semejante al FBI” (La Nación, 5/09), iniciativa ya sostenida en 2005 por el en ese entonces secretario de Seguridad Interior de Néstor Kirchner, Norberto Quantín, otro ex fiscal de la dictadura. ¡Siempre la misma salida, siempre más policía! Garré se propone desarrollar “la profesionalización de tropas especiales en inteligencia criminal” como el “GEOF de la Policía Federal”, así como la introducción de “pacificadores” dentro de las villas, como sucede en las favelas de Río de Janeiro. Esta propuesta de ningún modo beneficia al pueblo trabajador. Cabe recordar que el FBI no sólo se dedicaba a espiar a los sindicatos y a los grupos de izquierda sino que favoreció el desarrollo de los negocios ilegales de las grandes mafias asociadas a la banca durante la ley seca, garantizando la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas, recurso que incrementó los precios del mercado informal y por ende las ganancias. Indudablemente el GEOF es un grupo profesional... especializado en reprimir motines del sistema penitenciario, así como los “pacificadores” sirvieron... para introducir la militarización de las favelas de Río de Janeiro a sangre y fuego.

Evidentemente, el gobierno quiere incrementar el poder represivo del Estado, como demostró con la militarización de los barrios de la zona sur de la Capital mediante el Plan Cinturón Sur que desplegó 2500 gendarmes y prefectos, una continuidad del Operativo Centinela de fines de 2010 cuando envió 6000 gendarmes a las barrios más humildes del conurbano bonaerense, que se sumaron a los 3000 efectivos ya estacionados en villas y asentamientos, donde se concentran 2 millones de pobres, el 10% de la población de la provincia.
M. R.