¿Contanos como está el conflicto hoy?
La verdad es que hace ya 4 meses que estamos viviendo de promesas. Tanto el gobierno de Duhalde como ahora el de Kirchner nunca termina de crear finalmente la empresa LAFSA y nosotros no estamos incorporados. Cambian el proyecto cada vez que pueden y eso significa más desgaste y más cansancio. Ni siquiera garantizaron el cobro de nuestros salarios. Este gobierno a los trabajadores todavía no nos dió nada.
Hace unos días se habló de la posibilidad de un salvataje por parte del gobierno a la línea Southern Winds – cuyo dueño es mano derecha del vaciador y corrupto Eurnekian-, que tiene una deuda de 40 millones de dólares. Se habría acordado un mecanismo de “acuerdo de cooperación empresaria” que dejaría a cargo del Estado los gastos de combustible, las tasas aeroportuarias, a cambio de que LAFSA use la capacidad operativa de la empresa privada. Los trabajadores seríamos incorporados a la empresa estatal y con los convenios acordados con ésta.
Esta nueva promesa no era ninguna garantía para nosotros. En definitiva, el gobierno salía a “salvar” los negocios de una parte de estos vaciadores y corruptos empresarios, sin garantía para los trabajadores que hace 4 meses estamos en la calle.
Este proyecto aparentemente se congeló por el momento. Otras líneas aéreas, como por ejemplo Aerolíneas Argentinas, puso el grito en el cielo. Le reclamaban al gobierno el mismo trato –léase subvenciones- que para SW. Por lo tanto este amague de proyecto se congeló y los trabajadores seguimos sin recibir ninguna respuesta.


¿Cómo se encuentran hoy?
Muchos compañeros tienen confianza en que este gobierno es distinto y por ahí salimos del paso. Nosotros respetamos a esta postura, pero tenemos que decir la verdad y es que hasta ahora K. no ha dado nada a los trabajadores de LAPA y Dinar. Es más, se vienen subas en las tarifas que va a hacer que el salario, para los que tienen la suerte de tenerlo, les alcance todavía menos.
Mirá, la verdad es que muchos de nosotros peleamos por que se cree una línea aérea 100% estatal bajo el control de los trabajadores.
El control de los trabajadores es algo que Kirchner reivindicó en una entrevista que tuvo con nosotros. Particularmente pienso que esa postura fue nada más que demagogia ya que, poco después, salió con el asunto de Southern Winds, donde el gobierno se encargaba de informar bien acerca del salvataje a los empresarios y, si bien se proponía que nos tomaran a todos, nada se decía al respecto del control obrero que ante nosotros había reivindicado.
Pero insisto, una línea aérea estatal bajo el control de los trabajadores es la única garantía que tenemos para evitar, no sólo el monopolio del transporte aéreo por parte de unos pocos empresarios nativos y extranjeros, sino nuevos vaciamientos y negociados. Desde ese lugar podríamos hacer pública la situación de la empresa, evitar que el dinero del estado no caiga en manos del manejo discrecional de funcionarios y burócratas corruptos que terminan perjudicando tanto a los trabajadores como a los pasajeros. Queremos saber qué se hace con la plata, en qué se gasta y aportar todo nuestro conocimiento del manejo de la empresa porque tenemos la capacidad para hacerlo.
Si logramos estos objetivos, podríamos garantizar que no haya más despidos, defender hasta el último de nuestros derechos y asegurar que la línea aérea cumpla un rol para el beneficio de todos los usuarios, y fundamentalmente a aquellos que hoy por hoy no tienen posibilidad alguna de viajar con estas tarifas.
Cualquier proyecto que se discuta de ahora en mas tiene que tener este reclamo como norte de todos los trabajadores: para esto podríamos elegir en asamblea a nuestros representantes más capaces, que con mandato, revocables y en permanente consulta con los trabajadores, controle el funcionamiento operativo y comercial de la línea. Ese un reclamo mínimo.
Kircher reivindicó en general ante nosotros el control de los trabajadores en una empresa, todos los trabajadores presentes lo aplaudieron. Si como dijo hace poco, no le importa si arriesga más o se arriesga menos, nosotros -que sí arriesgamos mucho-, redoblamos la apuesta: cualquier proyecto de línea aérea que se discuta debe incluir en primer lugar esta demanda.