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Mundo Obrero

SUBTE: A SEGUIR CON EL PLAN DE LUCHA

No perder en las negociaciones lo que ganamos peleando

Con el último paro, los trabajadores del Subte sacudimos el tablero de la discusión política nacional. El camino lo iniciaron los compañeros de Kraft-Terrabusi. Nosotros continuamos y logramos instalar en la primera plana de los diarios la inexistencia de democracia sindical y la imperiosa necesidad de dar lugar a las organizaciones democráticas de los trabajadores.

Claudio Dellecarbonara

19 de noviembre 2009

Con el último paro, los trabajadores del Subte sacudimos el tablero de la discusión política nacional. El camino lo iniciaron los compañeros de Kraft-Terrabusi. Nosotros continuamos y logramos instalar en la primera plana de los diarios la inexistencia de democracia sindical y la imperiosa necesidad de dar lugar a las organizaciones democráticas de los trabajadores.

 Tanto Kraft como Subte puso en el centro de la escena la defensa de los derechos obreros y la decisión de conquistar la organización sindical que queremos los trabajadores. Un aporte que va más allá de nuestras propias demandas sindicales y jalona el avance político de la clase obrera. Sólo esto explica el odio visceral desatado por los gordos de la CGT.

Nuestra lucha por la estabilidad laboral, la jornada de 6 horas, por acabar con la tercerización, entre otras, estuvieron y están relacionadas al desarrollo de nuestro Cuerpo de delegados como un modelo opuesto al de estos dirigentes sindicales. De esta manera mostramos al conjunto de la clase obrera que para defender y acrecentar las conquistas se necesita una organización basada en la democracia sindical.

Por su parte el gobierno fracasó una y otra vez en los intentos de callarnos. Así como fracasó en Terrabusi, tampoco pudo hacer mucho contra la lucha del Subte con las patotas de la UTA, el decreto de los “servicios esenciales”, con los aprietes y con las amenazas de mandar fiscales.

El doble discurso del gobierno no soporta ir a fondo con la represión. Por eso ahora la forma de negarnos lo que nos corresponde se llama negociación.

Ya instalamos la legitimidad de nuestras demandas y demostramos que tenemos la fuerza para conseguirlas. Ahora tenemos que superar el intento de detenernos con las falsas promesas y con una mentirosa negociación.
Las cosas claras

El lunes pasado fuimos citados por el Ministerio. En esta ocasión nos recibió Tomada (antes de que paremos sólo nos recibían funcionarios de menor jerarquía). Pero lamentablemente fueron solo vagas promesas y ninguna solución. La Simple Inscripción Gremial sigue sin aparecer, mientras él nos promete “seguir analizando el encuadre jurídico..”1.

Esa es nuestra demanda y ellos la tienen clara. Pero quieren que entremos en una negociación por otras reivindicaciones, a fin de ganar tiempo y evitar que sigamos con el del plan de lucha con el que conseguimos sentarlos a negociar.

 Por supuesto que queremos cualquier conquista que podamos arrancar en provecho de los compañeros. Pero la herramienta clave para conseguirlas es el sindicato y no hay motivo para no tenerlo ya. Y menos aún nos podemos dejar conformar con promesas que nunca cumplirán.

Tomada y compañía pretenden conquistar una tregua hasta el año que viene. Quieren que aflojemos ahora que estamos haciendo mella. Por eso ante cada intento de dilatar el cumplimiento de nuestro reclamo, que está amparado por ley, nosotros tenemos que seguir con el plan de lucha votado. Como dicen los compañeros, “si no nos dan el sindicato, le paramos la ciudad”.

Lucha de clases, negociaciones y democracia sindical

La nueva maniobra del Ministerio puede enturbiar la situación. Los mismos que nos niegan el sindicato son los que salen a agitar contra la “zurda loca”, contra “los intransigentes”, contra “los que quieren el caos”. Son ellos los que provocaron este conflicto y llevan más de un año sin cumplir con el derecho elemental que tenemos a gozar de la inscripción gremial..
Sabemos que en la mesa de negociación no podemos dejar lo que nuestros compañeros conquistaron peleando, enfrentando a la patota de la UTA, al gobierno y a la patronal.

Hay que aclararlo una y otra vez, salimos a pelear por el sindicato y demostramos que nos lo tienen que dar. Por nuestra parte, en la línea B, hemos votado rechazar el borrador de acuerdo presentado por el Ministerio, que lamentablemente algunos compañeros presentan como una conquista mayor a la simple inscripción cuando es una maniobra para seguir negándola. Y por eso votamos continuar esta misma semana con el plan de lucha.

Nos van a querer dividir. Devolvernos el 1% ahora y alguna cosita más para que el año que viene siga la discusión. Que nos garantizan los derechos de los delegados. Que no rompamos la negociación ahora por el sindicato ya, cuando en un poco más de tiempo podemos conseguir mucho más. Que firmemos algo ya.

Cientos de compañeros en el Subte son protagonistas de esta nueva experiencia que ya no sólo es sindical. Junto con ellos tenemos que decidir como continuar, impidiendo que las promesas del ministerio nos traigan división.

Los primeros paros contundentes nos han dado la razón, la inscripción está al alcance de nuestras manos. Ese es el mandato de los compañeros y sólo ellos lo pueden cambiar.

Acá está nuestra fortaleza, la unidad de los delegados con todos los que peleamos por conquistar esta nueva herramienta. Todos los que pelean tienen que opinar. Por esto luchamos tanto y se llama democracia sindical.

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