Siguiendo el debate publicado en el último LVO, voy a dar mi posición acerca del gobierno de Chávez y el proceso que este encarna en Venezuela.
Chávez logró el apoyo de las masas pobres cuando fue destituido en el fallido golpe de estado. Aquí las masas respondieron con convicción y con su movilización lo devolvieron sano y salvo a Miraflores.
Así también logro un gran apoyo obrero para sortear el Lock Out patronal y el sabotaje petrolero.
Este apoyo de masas, obligó a Chávez a correrse un poco más a la izquierda y otorgarle a las masas más programas asistenciales. Del discurso contra la corrupción de sus inicios, pasó a hablar de socialismo.
Ahora Chávez promete 10 millones de votos y convertirse al socialismo. Es reelegido y la gran parte del movimiento de masas esperan que sus promesas se cumplan. Pero en realidad, su socialismo del Siglo XXI es un poco extraño, no expropia, no emancipa...
Por otra parte se propone construir un partido único (PSUV) y un sindicato único. Con esa medida bonapartista Chávez quiere poner a todos bajos sus órdenes y en relación a los sindicatos, liquidar toda democracia interna y tenerlos bajo su control y dirección.
Al no expropiar los grandes medios de producción en manos de la burguesía, las bases del Estado en Venezuela siguen siendo burguesas.

No puede haber socialismo sin revolución, a lo sumo puede existir un estado proteccionista y de mayor intervención si las condiciones económicas mundiales son convenientes para ello.
La burguesía va a tender a cada paso de los trabajadores, políticas para cooptarlos o neutralizar la protesta. Mientras tanto está ganando tiempo para crear las condiciones para un golpe de Estado, o como mínino recrear un bipartidismo tradicional para alternar el poder burgués.
La clase trabajadora debe construir su propia autonomía en el plano organizativo, ideológico y político.
Sin la existencia de un partido único, las organizaciones obreras y populares tenían mayor independencia para luchar y torcer hacia izquierda algunas las decisiones chavistas. Con el partido y el sindicato único, quedarán subordinadas bajo el aparato estatal perdiendo todo independencia.
Por eso es importante que toda organización obrera pelee por la independencia de clase, por la construcción de su propio partido.

Joaquín, trabajador del Subte