El 19 de julio fue asesinado, en Villa Moreno, Facundo Osuna. El 29 de diciembre, Osuna había sido baleado, presuntamente por Maximiliano Rodríguez, el hijo del Quemado. El 31 de diciembre el baleado es Rodríguez quien denunció el hecho como una venganza de Osuna. Su padre y sus cómplices fueron a buscarlo y ultimaron al Mono, el Patón y el Jere, militantes del Movimiento 26 de Junio-FPDS.

Ahora, tras el asesinato de Osuna aparecen los mismos actores: las barras bravas, las disputas territoriales por el narcotráfico y el gran organizador de esta red delictiva, la Santafesina SA.

La Comisaría 15, que actúo como cómplice del encubrimiento de los Rodríguez en el asesinato de los compañeros, está nuevamente involucrada. Osuna, que había acusado a Rodríguez por la balacera de diciembre, contaba con custodia policial que al momento de su asesinato no estaba presente. Territorio liberado.

La Masacre de Villa Moreno puso de relieve un verdadero “etaricidio” en las barriadas populares. En 2011 hubo 163 asesinatos, el 80% tenía menos de 25 años, la inmensa mayoría caratulados como “ajuste de cuentas”. En 2012 son ya 90 las víctimas por causas similares.

Entre los 4 procesados por la Masacre, tres son ex altos cargos policiales. Al frente de la policía rosarina está Walter Miranda, Subjefe de Moralidad Pública cuando asesinaron a Sandra Cabrera, militante de la Asociación Mujeres Meretrices de Argentina de Rosario.

La impunidad de la Santafesina SA no hace más que consolidarse y legalizarse con la designación de Raúl Lamberto (uno de los tres hombres fuertes de Binner) a cargo del Ministerio de Seguridad provincial.
Entonces, nos permitimos disentir con las/os compañeras/os del FPDS que en su comunicado de prensa bogan por “un profundo e integral saneamiento de la fuerza de seguridad”. Para nosotras/os no es una “manzana” la que está podrida sino todo el “cajón”.

Debemos profundizar unitariamente el camino de la movilización independiente de los gobiernos nacional y provincial. Es indispensable comprometer decididamente a los Centros de Estudiantes opositores y a la FUR que se sigue manteniendo ausente. AMSAFE y CTA deben comprometerse más que con sus dirigentes para impulsar una campaña masiva contra el gatillo fácil y la impunidad.

¡Patón, Mono y Jere PRESENTES!