Con una amplia repercusión en la ciudad en los medios como Canal 7, LU5, RTN, el programa El Puente, la radio UNC-CALF, entre otros y con la presencia de unos 200 compañeros y compañeras, que colmaron el aula 15 de la Facultad de Humanidades de la UNC, se realizó el 3 de Diciembre el cierre de la Cátedra Libre Karl Marx con la charla “Peronismo y Trotskismo. Un debate sobre la militancia desde los ’70 a la actualidad”.

Los panelistas fueron Alejandrina Barry, hija de desaparecidos, militante del CeProDH y del PTS, querellante en las causas Esma y Editorial Atlántida y Carlos Titín Moreira militante de los 70 y actual dirigente nacional del PTS.

La charla se centró en tres ejes, que tomaron Alejandrina y Titín desde distintos ángulos: desmontar el discurso oficial que afirma que el kirchnerismo es la continuidad de los treinta mil desparecidos, algunos elementos de balance de los setenta, para no quedar reivindicando el setentismo en bloque y la reivindicación de la militancia revolucionaria frente al discurso oficial actual que promueve una mística populista para cubrir el giro a la derecha del gobierno.

Alejandrina partió de contar su "caso", explicando que los valores de la generación de los setenta no tienen nada que ver con los tipos funcionarios que reivindican la militancia al servicio del estado, como Cabandié y Recalde, que si bien tenemos un balance crítico de la izquierda peronista y cuestionamos su estrategia, los militantes de esa generación no buscaban llenarse los bolsillos como los Kirchner ni militaban para defender a la burocracia como las agrupaciones del kirchnerismo, sino que entregaban su vida para hacer la revolución y luchaban contra la burocracia, como su tío que está desaparecido y era un referente de la JTP. Que el kirchnerismo con este discurso corona lo que ha sido un doble discurso desde sus orígenes, en los que asumió como gobierno de desvío después del 2001 y buscó expropiar la lucha de los organismos de DDHH, cooptando un sector para después buscar represtigiar a las FFAA, como expresa el discurso de Nilda Garré de que ya no tienen nada que ver con las del golpe. Señaló que hoy el kirchnersimo quieren convencer a la juventud ocultando esta historia y reproduciendo la conciencia que dejó la derrota de la dictadura que sólo se puede pelear por la miseria de lo posible. Que es necesario batallar contra esta política porque queremos construir una gran organización revolucionaria que hoy significa o estar con un gobierno que se sostiene en una burocracia asesina jóvenes militantes como Mariano Ferreyra, que honesta y desinteresadamente ponen su cuerpo y su valiosa vitalidad al servicio de los trabajadores, que asesina, reprime, desaloja, a nuestros hermanos de los pueblos originarios, que mantiene en la cárcel a Roberto Martino en huelga de hambre y con grave riesgo de vida. O se construye una gran juventud que se une a los trabajadores llamados por los empresarios del sindicalismo de base y los estudiantes para lograr la condena a los responsables de estos asesinatos y luchar contra la explotación que viven millones de personas.

Carlos Titín Moreira combinó elementos de balance de los 70, centrando en el cuestionamiento a la estrategia de la izquierda peronista, de confiar en Perón y la de la guerrilla de querer sustituir a la clase obrera y en este marco, retomó la discusión sobre la militancia, con el ejemplo del artículo de Rolo Astarita sobre que los militantes que en los campos de concentración se tomaban las manos para homenajear a los compañeros asesinados, que hasta hacía un rato habían estado detenidos con ellos, en silencio y encapuchados, nunca se hubieran reconocido en el discurso oficial de la militancia al servicio del estado con funcionario millonarios y burócratas sindicales, como los que asesinaron a Mariano Ferreyra.

En este contexto polemizó con los centroizquierdistas que llaman a tragarse algunos sapos para apoyar al "proyecto nacional", caracterizando el giro a la derecha del gobierno y planteando la necesidad de una política independiente, centrada en desarrollar la lucha del movimiento obrero, como las de los tercerizados, que emergieron como un gran actor que pone al desnudo en qué se basa la "prosperidad" del ciclo kirchnerista.

Hubo varias intervenciones y preguntas en las cuales se plantearon temas como qué diferencias hay entre la militancia en la actualidad y en los setenta, la discusión sobre la lucha armada, la situación del sindicalismo de base entre otras, que abrieron discusiones interesantes sobre lo que ha sido militar contra la corriente durante estos últimos años, la formación de cuadros revolucionarios, el "nacionalismo" de la izquierda en los ‘70 que no veía la perspectiva de una dictadura feroz, entre otras.

Cerró Raúl Godoy, obrero de Zanon y dirigente del PTS, llamando a dar en común las luchas políticas que están planteadas, en el movimiento obrero y estudiantil, con cada una de las agrupaciones y planteando que hay que abrir el debate sobre la estrategia y lo objetivos de la militancia.

Corresponsal