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Debates

¿Por qué miente Altamira?

Una vez más nos vemos obligados a responder las falsedades que el Partido Obrero publica en su prensa. En la editorial de su último periódico Jorge Altamira afirma que “el PTS se opuso a que los trabajadores de Zanon encabezaran una lista electoral independiente en Neuquén, con la reivindicación de la expropiación definitiva de la fábrica” (Nuestro Balance, PO 1015).

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8 de noviembre 2007

Una vez más nos vemos obligados a responder las falsedades que el Partido Obrero publica en su prensa. En la editorial de su último periódico Jorge Altamira afirma que “el PTS se opuso a que los trabajadores de Zanon encabezaran una lista electoral independiente en Neuquén, con la reivindicación de la expropiación definitiva de la fábrica” (Nuestro Balance, PO 1015).

En realidad, después de alentar la posibilidad de obtener buenos resultados electorales nacionales y en provincias como Salta, Santa Cruz o Tucumán, la dirección del PO recibió un duro golpe el 28 de octubre. Además del fracaso de sus pronósticos electorales, no pueden explicar seriamente por qué no fueron parte del frente de izquierda clasista que conformamos con el FITS desde el cual, sin sectarismos, les habíamos propuesto encabezar. Pero la dirección del PO alentó un acuerdo con el MST que terminó fracasando por problemas de candidaturas y terminaron presentándose solos. Todo su discurso contra los “frentes democratizantes” se cae ante el menor análisis y, cuando logran un acuerdo en los cargos, desaparecen las divergencias de programa y estrategia.

Por nuestra parte, los obreros del PTS que hace años somos parte del activismo, de la interna o la directiva, desde hace mucho tiempo venimos impulsando dentro de la fábrica y en el sindicato la idea de que es necesario construir un partido propio de la clase trabajadora. En medio de las amenazas de desalojo, las provocaciones del estado, el MPN y la familia Zanon, mientras combatimos por defender la gestión obrera, planteamos y luchamos por concretar esta idea en asambleas, en reuniones públicas y en conversaciones dentro y fuera de la fábrica con decenas de compañeros y dirigentes ceramistas. El PO jamás se sumó a esta propuesta. En los pocos años que tuvo militantes dentro de la fábrica nunca tomó la palabra en alguna asamblea o reunión para sumarse a la discusión.

El PO contra el frente clasista, ahora y siempre

Como parte del debate sobre la necesidad de un partido de clase hubo varias oportunidades en que se propuso conformar un frente electoral encabezado por compañeros ceramistas. En todos los casos el PO no estuvo o las boicoteó. Desafiamos al PO a desmentir una sola de estas afirmaciones.

Para las elecciones de constituyentes en el 2005 se organizaron reuniones para poner en pie un Frente de Trabajadores con estas características en las que el PO antepuso sus intereses sectarios poniendo como condición que sus militantes encabezaran las listas. Este año repitieron la historia no una, sino dos veces. La primera fue para las elecciones provinciales de junio: cuando faltaba más de un mes para el cierre de alianzas (y todavía se mantenía activa la huelga docente y la movilización para echar al asesino Sobisch) el PO resolvió en su congreso la conformación de sus listas de candidatos y las hizo públicas lanzándose a las elecciones unilateralmente. Todo esto sin pronunciar una sola palabra respecto de la propuesta pública del PTS de conformar una alianza electoral clasista y socialista encabezada por los compañeros de Zanon1. Meses después, y también ante nuestra propuesta pública para que el compañero Alejandro López encabezara las listas provinciales en las elecciones de octubre, el PO se llamó a silencio dentro y fuera de la fábrica.

Los antecedentes a esta cerrada negativa de PO a cualquier frente por la independencia de clase vienen incluso de antes. Vale recordar que en las elecciones de marzo del 2003 habían hecho un frente con los kirchneristas de Patria Libre encabezado por el actual diputado K Jesús Escobar. Sobre esta alianza dijeron en su prensa n° 789 que “el frente formado por el Partido Obrero y la corriente Patria Libre, en su corta existencia, se ha constituido en una fuerza y ha salido a enfrentar esta nueva maniobra política patronal y a apuntalar una alternativa de poder”… con quienes más tarde serían defensores del gobierno de Kirchner. Meses después, en septiembre del 2003, para las elecciones provinciales a diputados, también se había discutido la idea de conformar un frente con Zanon a la cabeza, esta vez en una reunión de la Coordinadora Regional del Alto Valle2 en la sede del sindicato ceramista. El PO estuvo ausente en el debate y luego, cuando se convocó a una reunión en la misma Cerámica Zanon donde estuvo toda la voluntad política de numerosos dirigentes de la directiva de sumarse a la propuesta, lamentablemente el PO y el MST optaron finalmente presentarse en las elecciones juntos con Izquierda Unida y el PC. Una propuesta que presentaban como “100% de izquierda” con los que terminaron cerca del gobierno, en el caso del PC, o en la “nueva izquierda” de Ripoll y compañía que busca de la unidad con la centroizquierda de Solanas.

La realidad no se puede cambiar con un artículo

El PO no conoce de cerca el proceso de Zanon. No estuvieron al inicio, cuando comenzó la lucha por recuperar la comisión interna, las primeras huelgas contra la patronal, la recuperación del sindicato, la creación de la Coordinadora y la ocupación y puesta en producción de la fábrica (a pesar de los llamados de los ceramistas a todas las organizaciones políticas). Tampoco están ahora después que los últimos militantes que les quedaban se retiraron de la filas del PO denunciado una expulsión (habían ingresado a la fábrica en el 2003 -después de la última orden de desalojo- por la política de incorporar militantes de los movimientos de desocupados impulsada por la directiva del SOECN). Estar por fuera no justifica la ignorancia y menos aún la mentira. El sol no se puede ocultar con una mano. Los hechos, hechos son y ahí quedarán. Como la firma del PO junto a la Sociedad Rural de Río Gallegos en el acta que impulsó el obispo Romanín en busca de la “paz social”. Eso por más que Altamira ahora se lamente que en Santa Cruz el oficialismo “ha explotado sin escrúpulos todas las debilidades de esa rebelión, fundamentalmente la inconsistencia política de su dirección”.

Por nuestra parte seguiremos impulsando dentro de la fábrica la propuesta de reagruparnos con otros sectores obreros combativos y la izquierda clasista para enfrentar el pacto social, para apoyar las luchas, defendernos de los ataques patronales y tratar de avanzar en la puesta en pie de un polo que plantee la necesidad de construir un gran partido de la clase trabajadora.

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