La estatización kirchnerista de ningún modo se propone conquistar un sistema previsional realmente universal, que garantice jubilaciones que respondan al reclamo histórico del 82% móvil. Son solamente los propios trabajadores, aportantes previsionales, y los jubilados los que tienen interés de que exista un sistema previsional que garantice esta cobertura a los pasivos. Este sistema debería ser público, para lo cual hay que atacar, en primer lugar, la apropiación “privada” de los fondos de los trabajadores, cuyo emblema son las AFJP. Pero son los trabajadores y jubilados organizados democráticamente, y no el Estado capitalista o los gobiernos de turno, los que deben administrar estos fondos para garantizar una jubilación del 82% móvil. El Estado, debe garantizar los fondos necesarios para que todos los trabajadores alcancen esta cifra en sus haberes jubilatorios. Para este objetivo, no hay que apelar a impuestos regresivos como el IVA, que se descargan en las espaldas del pueblo trabajador, sino aplicar impuestos a las grandes fortunas, cortar con la sangría que significan los pagos de la deuda externa, restituir los valores históricos de los aportes patronales, que han bajado a casi la mitad desde 1993 y el fin del trabajo en negro mediante el cual los empresario eluden cargas fiscales.

Sólo los trabajadores activos y pasivos tienen interés en garantizar esta salida al fraude de las AFJP. Hay que organizarse y exigir al interior de los sindicatos la lucha por estas reivindicaciones.