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Mundo Obrero

Presentación pública del Sindicato de ajeros de Mendoza

Argentina es el segundo país exportador de ajo del mundo. Durante el período 2003-2007, los empresarios del ajo lograron niveles récord de exportación, obteniendo así abultadas ganancias; beneficiados por el negocio de las cooperativas truchas, que proveen mano de obra barata, y por el precio en el mercado internacional.

10 de septiembre 2009

Argentina es el segundo país exportador de ajo del mundo. Durante el período 2003-2007, los empresarios del ajo lograron niveles récord de exportación, obteniendo así abultadas ganancias; beneficiados por el negocio de las cooperativas truchas, que proveen mano de obra barata, y por el precio en el mercado internacional.

(...) Paradójicamente, hemos visto decaer a los mismos niveles nuestros salarios y condiciones laborales.

Trabajamos en galpones de empaque, en chacras y fincas. La mayoría de nosotros lo hacemos en negro y en cooperativas ilegales. Nos han quitado paulatinamente nuestros derechos laborales. Hasta el punto de no poder reclamar, porque enseguida nos despiden o nos mandan a reprimir, como sucedió en noviembre de 2007 en las puertas de Campo Grande. Después de la brutal represión, nuestro compañero Carlos Erazo dejó de existir.
Nos quieren hacer creer que los trabajadores tenemos que agachar la cabeza y aceptar lo que nos impongan. Decidimos decir que no es así, organizarnos y luchar.

Con mucho esfuerzo y trabajo, presentamos en público nuestra organización sindical: el Sindicato de Trabajadores del Ajo y Afines (Si.TRA.AJ)

Logramos después de haber golpeado muchas puertas:

Que el I.N.A.E.S. (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) le quite el permiso para funcionar a Cooperativa Colonia Barraquero.
Que saliera a la luz la explotación infantil.

Que se controle y se multe el trabajo en negro y el trabajo infantil.
Que la segunda Cámara Laboral falle a favor de la reincorporación de dos compañeros despedidos.

Sin embargo esto no es suficiente, ya que en cada temporada se endurecen cada vez más nuestras condiciones. Las cooperativas siguen trabajando impunemente. Los empresarios del ajo siguen recibiendo grandes subsidios y desobedeciendo órdenes judiciales.

Pedimos desde ya:

El reconocimiento legal del Sindicato de Trabajadores del Ajo y Afines.
Que todos los obreros y obreras rurales estemos incluidos en el sistema formal de trabajo.

Que el Estado obligue a las empresas a tener guarderías en los lugares de trabajo, para terminar con el trabajo infantil.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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