Hoy no fue un día más en los ya bastante convulsivos tiempos santafesinos. Mientras se desarrollaba un acto de la seccional rosarina del gremio ATILRA (lecheros), los participantes del mismo, trabajadores lecheros, y miembros de organizaciones políticas, sindicales y de DD.HH., fueron agredidos por una patota de más de 300 matones y barrabravas organizada por ATILRA Nacional y las patronales lecheras. Curiosamente, el acto era en repudio a una golpiza que la burocracia ya había hecho contra trabajadores y delegados en SanCor, y terminó con un ataque cuyo salvajismo superó con creces al anterior. Los trabajadores presentes en el acto, que temían que pudiera suceder una provocación así, respondieron repeliendo el ataque. En estos sucesos, que son responsabilidad clara de la burocracia moyanista de ATILRA Nacional, falleció al menos una persona.

ATILRA Nacional: un sindicato “ordeñado”

El sindicato ATILRA recientemente acordó un convenio con las patronales lecheras, que incluye una variación salarial a la baja. El burócrata lechero Héctor Ponce, es de esa clase de sindicalistas que repite, como con un chip puesto por la patronal, que ante la crisis capitalista “todos los sectores tienen que ponen el hombro”. Así, en la gran cuenca lechera argentina, donde los grandes empresarios lecheros como Mastellone amasan fortunas, estos funcionarios sindicales solamente ofrecen arrodillarse a los trabajadores.

La seccional rosarina del sindicato se opuso a este acuerdo entreguista, y ese es el fundamento del ataque de hoy, en el que además de trabajadores, resultaron heridos intelectuales como Leónidas Ceruti, y atacados Norma Ríos de APDH y otros.

La actitud del gobierno socialista de Hermes Binner fue, por si hiciera falta alguna prueba de su carácter pro capitalista, completamente parcial. Envío a la Policía Santafesina S.A. al local sindical, pero aún ante el escrache de los medios, liberó el terreno para que la patota sindical-patronal obrara con tranquilidad. Resultó elocuente ver al comisario por la TV diciendo que no actuaría, mientras alrededor irrumpía una patota de cientos de matones. La pasividad de la policía frente a la patota moyanista, contrastó con el rol más activo que juega en General Motors, donde controla y amedrenta al importante activismo que despertó en la fábrica, cuestión que fue rechazada en la asamblea del martes de los trabajadores.

Es decir que, lejos de diferencia alguna, vimos aquí a sectores que responden al gobierno nacional (Ponce, Moyano, y cía.), y al supuestamente opositor Binner, actuar en apoyo de los intereses de las patronales lecheras, y sus burócratas pretorianos.

Un elocuente repudio a la provocación ¿Y después qué?

El repudio a este ataque llegó desde vastos sectores de la CTA, ATE, el gremio docente AMSAFE, los municipales de San Lorenzo, el gremio de aceiteros, de partidos como el PTS, el PO, el PC, etc., y de organizaciones como APDH y CeProDH, que nos hicimos presentes en el lugar de los hechos, donde se hizo un acto. Esta respuesta unitaria debemos continuarla en la lucha por dar una respuesta sólida y unitaria a los crecientes despidos y suspensiones que comienzan a golpear a la región. Solamente con la lucha y la coordinación democrática podemos imponer un plan de lucha regional y nacional, que incluya paros y movilizaciones, para parar la prepotencia patronal. Gremios como ATE, el propio ATILRA Rosario, la UOM San Nicolás y otros, tienen la responsabilidad y la posibilidad de llamar a la movilización y a la organización de los trabajadores para enfrentar las consecuencias de la crisis.