LVO:¿Quién era Almirón?
A.R.:Rodolfo Almirón era inspector retirado de la Policía Federal, junto a su suegro, Juan Ramón Morales. Ambos habían sido dados de baja “deshonrosamente” de la Federal por ladrones, traficante de drogas y tratantes de blancas. López Rega los llamó a servicio y fueron ascendidos por decretos firmados por Perón, al igual que los comisarios Villar y Margaride. Estos últimos convocados a pedido expreso del General, eran conocidos, el primero por su participación en la represión del Viborazo1 y el segundo tenía 62 “distinciones” por actuar en la represión política sindical. Dicha lacra, comandada por López Rega formó el cuerpo ejecutivo de la Triple A. Morales era el jefe de la custodia del Ministerio de Bienestar Social y Almirón, responsable de la seguridad de Isabel. Villar y Margaride eran jefe y subjefe de la Federal. Los escuadrones de la Triple A estaban integrados por policías, miembros de organizaciones de ultraderecha 2 y matones de los sindicatos. Se calcula que hasta marzo del ‘76 esta organización asesinó entre 1.500 y 2.000 personas.
LVO: ¿Cuál fue el objetivo de la Triple A?
A.R.: La Alianza Anticomunista Argentina fue creada para diezmar a la vanguardia y sembrar el terror. En el ‘69 con el Cordobazo se había abierto un período revolucionario en el país. El rol de Perón era justamente desviar ese proceso, pacificar y devolverle tranquilidad a la burguesía, basado en su enorme prestigio. Pero eso no fue suficiente. Las masas habían derrotado a la dictadura y había una amplia vanguardia con raíces en sectores de masas que se orientaba a cambios sociales que Perón no vino a dar. Entonces la Triple A es creada para realizar ataques selectivos a los que cuestionaban por izquierda la política del gobierno.
LVO:¿A qué sectores golpeaba esta organización?
A.R.:A la izquierda peronista y no peronista, a personalidades progresistas de la política y de la cultura, y particularmente concretaron muchos de sus ataques a los sectores de la clase obrera que manifestaban jalones de independencia de clase que enfrentaban a la burocracia y hacían peligrar el Pacto Social 3.
El primer atentado de la Triple A fue el 21 de noviembre de 1973 al senador radical Hipólito Solari Yrigoyen4. La Masacre de Pacheco, con el asesinato de tres militantes del PST en una redada a su local, en mayo de 1974, constituyó una salto en el accionar de la Triple A. En ese momento, Rodolfo Ortega Peña, defensor de presos políticos y diputado nacional del Peronismo de Base (la Triple A lo asesinará poco tiempo después) recalcó el carácter de clase de los ataques de las bandas parapoliciales al señalar que el terror estaba dirigido contra los que militaban en la clase trabajadora, fueran delegados o militantes, por ser considerados “peligrosos” para el Pacto Social, vaticinando que los ataques continuarían ante la imposibilidad de contener la radicalización de los trabajadores. El 1° de julio del ‘74 muere Perón y asume Isabel.
El gobierno de Isabel, que no gozaba de la popularidad que tenía el de Juan Perón, se basó aún más en la represión. Los ataques de la Triple A se incrementaron notablemente.5 El padre Carlos Mujica con lazos con Montoneros, Alfredo Curutchet, el abogado del SITRAC, Silvio Frondizi, reconocido intelectual de izquierda, Julio Troxler dirigente de Peronismo de Base y sobreviviente de la Masacre de José León Suárez, Atilio López dirigente de la UTA y vice gobernador de Córdoba son algunas de las víctimas más conocidas de la Triple A6. Personalidades de la cultura fueron amenazadas de muerte y obligadas al exilio, entre ellas el escritor Osvaldo Bayer. Fueron asesinados activistas estudiantiles, docentes, abogados de derechos humanos y defensores de presos políticos. Los 16 militantes del PST, al igual que los dos compañeros del PO muertos a manos de la Triple A, militaban en su gran mayoría en las fábricas combativas de zona Norte del Gran Buenos Aires y La Plata. En cambio, a mi viejo lo matan, al mismo tiempo que a un estudiante y un obrero del PST, como parte de un ataque a ese partido, junto al allanamiento de su local central.
LVO:¿Qué rol le cabe al peronismo y al propio Perón?
A.R.: La conducción política de la Triple A estaba a cargo de López Rega, Perón asciende al brujo que pasa de ex cabo de la policía a Comisario General, de la noche a la mañana. Miguel Bonasso en el “El presidente que no fue”, relata que Perón le dijo a Oscar Bidegain –gobernador de la provincia de Buenos Aires–: “Lo que hace falta en la Argentina es un ‘somaten’” (refiriéndose a la organización paramilitar precursora de lo que décadas después se conoció como la Falange Española). Luego del asesinato de Rucci, se convocó una reunión de gobernadores provinciales peronistas y se distribuyó un “documento reservado” de Perón, una “orden” para los miembros del partido que declaraba una guerra contra los grupos marxistas y llamaba a utilizar todos los recursos del Estado para reprimirlos. El documento señalaba que “En todos los distritos se organizará un sistema de inteligencia, al servicio de esta lucha, el que estará vinculado con el organismo central que se creará” 7.
Digamos entonces que la responsabilidad de Perón, Isabel, López Rega y el partido peronista es rotunda tanto como la impunidad de los autores intelectuales y materiales: personal de las fuerzas del aparato del Estado, sectores patronales que sustentaron económicamente y hasta cedieron instalaciones para el funcionamiento de “centros de detención” (como los Blaquier en Ledesma, los Acevedo en Acindar,etc), presidentes y ministros (entre ellos Ruckauf y Cafiero). Es un desparpajo la respuesta de Isabel a la pregunta de si conocía a la Triple A (dijo que no se acordaba de nada), cuando López Rega era su más cercano colaborador.
LVO:¿Qué opinás de la detención de Almirón?
A.R.: No puedo dejar de sentirme contenta por la detención. Pero ciertamente es sólo una foto. La película es que estos criminales gozaron más de treinta años de impunidad y muchos actualmente están en funciones, y que de ahora en adelante sólo escucharemos casos aislados en años de vericuetos judiciales. ¡Si Morales tenía pedido de captura desde al año 1984 y vivía lo más campante en Palermo! El gobierno y su justicia deberían como mínimo publicar los nombres de todos los funcionarios del Estado que participaron en la Triple A o en la dictadura militar, pero no lo va a hacer. Hay que imponer con la movilización en las calles la prisión efectiva (no domiciliaria) para todos los implicados, como Almirón y Morales, pero se conocen cientos y cientos de nombres más.

1 El “Viborazo” o segundo Cordobazo apuntó al gobernador-interventor puesto por la dictadura, Camilo Uriburu. El enfrentamiento con las fuerzas represivas duró 12 horas y Uriburu tuvo que renunciar.
2 Como la Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA) comandada por Julio Yessi, la Concentración Nacional Universitaria (CNU), el Comando de Organización (C de O), la Juventud Sindical Peronista (JSP). La JSP fue creada como tropa de choque por Rucci (secretario general de la CGT hasta su asesinato a fines de 1973). Uno de sus miembros fue Hugo Moyano actual secretario general de la CGT.
3 El Pacto Social, acuerdo firmado por el gobierno con los sindicatos oficiales y la patronal de la Confederación General Económica, congelaba precios y salarios, suspendiendo las negociaciones colectivas por 2 años.
4 Yrigoyen había criticado duramente el proyecto de Ley de Asociaciones Profesionales del Ejecutivo. Esta ley le otorgaba un gran poder a los sindicatos nacionales y a la burocracia sindical para entrometerse en las decisiones de seccionales, cuerpo de delegados y comisiones internas combativas. 
5 Isabel apelará incluso a la intervención de las FF.AA. en febrero de 1975, iniciando el Operativo Independencia en Tucumán contra el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
6 Almirón está acusado de participar en el asesinato de la mayoría de ellos y de Ortega Peña. Su jefe era Morales, al mando de la “Unidad Especial” encargada de asesinar a personalidades de renombre.
7 Ver documento completo en La Voluntad Tomo II, p. 197. Resaltado de AR.