El miércoles 20 de agosto, en la sede del Tribunal Oral Federal de Neuquén (TOF), se inició el primer juicio oral contra 8 represores que actuaron en la región, después de la suspensión de su inicio previsto para el pasado 11. Un hecho de importancia fue el paro de la CTA provincial y del Sindicato Ceramista, y la concentración en las puertas del Tribunal de centenares de compañeros que durante toda la jornada exigimos la condena a los genocidas.

Ya dentro del recinto, la audiencia comenzó cuando Ivana Dal Bianco, abogada querellante por el CeProDH, informó el robo que sufriera el día anterior (ver aparte). A su vez, insistió con el pedido -a ese momento sin resolver- de las querellas para que este juicio se realice en un lugar alternativo más amplio, ya que en esa Sala no entran mas de 40 personas.

Luego se procedió a la lectura de las acusaciones a los militares, entre ellas la efectuada por el CeProDH, que indica que los delitos cometidos durante la dictadura militar fueron constitutivos del delito de genocidio.
Desde el CeProDH consideramos un paso importante de la movilización el inicio de este juicio a estos genocidas. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que somos críticos de que en este juicio no estén imputados más que 8 militares, cuando en la zona funcionó un circuito represivo que incluía a las policías provinciales de Río Negro y Neuquén, la Federal, el Servicio penitenciario y el ejército. Como así también que sólo se los impute por 17 víctimas, entre ellas uno solo desaparecido que es Oscar Ragni; cuando hay más de 90 víctimas denunciadas, entre ellas más de 20 continúan desaparecidas.

Llamamos a unificar la pelea en las calles, movilizándonos ampliamente los trabajadores, los estudiantes y el pueblo como venimos haciendo hace mas de treinta años, para exigir cárcel común y efectiva por genocidio para todos los genocidas y la aparición con vida de Julio López.