Tomando las banderas de unidad frente a los delegados burocráticos que hacían acuerdos con los funcionarios radicales del municipio a espaldas de los trabajadores, convocamos a una asamblea común de todo Recolección junto al SEOM, en la que discutimos la unidad y desenmascaramos a los delegados burocráticos. Logramos hacer votar nuevas elecciones de delegados y la revocabilidad de los mismos, mientras tanto elegimos una comisión única de los dos edificios y todos los turnos. Ésa fue una primera victoria antiburocrática.

Sin una respuesta concreta del intendente radical Raúl “Chuli” Jorge las asambleas de todos los turnos votamos ir al paro. Se garantizó en todos los turnos en un 100%. Mediante parte de prensa, carteles e impidiendo que no salga ningún camión el paro tuvo gran repercusión. Por su parte el SEOM convocó en el municipio a un acampe de los trabajadores precarizados por el blanqueo. La unidad de Recolección y la fuerza del paro, junto a las delegaciones de solidaridad con los precarios, fortalecieron su lucha. La moral era muy alta y con decisión para mantenerla.

Al tercer día de paro, miembros del SEOM fueron temprano a cada edificio a realizar asambleas e informar que el Municipio convocaría a la “conciliación obligatoria” y nos obligaría a levantar la medida, “quedándonos sin nada”, además de que la organización social de Milagro Sala, Tupac Amarú, tendría listo camiones para levantar la basura.

Esto provocó confusión y temor en algunos trabajadores. No tanto porque la kirchnerista Túpac Amaru le vaya a hacer un favor al intendente radical, ya que estábamos decididos a enfrentar a cualquier rompehuelgas, sino a la posibilidad de la “conciliación obligatoria”. Una medida que de realizarse seria de lo más arbitraria, teniendo en cuenta que los municipales y estatales durante el año realizaron paros de varios días y no le llegaron a aplicar esta medida, para no hablar de la “huelga” policial que desató los saqueos con muertos incluidos. Sólo tres días de paro unificado en todo el año valdría esta medida legal propatronal. Parece que “algunos son trabajadores y otros esclavos”, esta fue nuestra posición para seguir la lucha.

Con esta amenaza la asamblea finalmente votó que se mejore la propuesta patronal y aceptarla, aunque se mantenga el acuerdo abierto para seguir discutiendo las condiciones laborales.

En el año logramos triplicar el incentivo respecto al 2012 y el blanqueo de todos los precarizados del sector. Pero lo más importante fue la organización y la unidad que logramos y que tendrá el desafío de mantenerse en las próximas elecciones de delegados. Nuestra conclusión es que la lucha y la unidad desde abajo hace la fuerza, por eso ahora vamos por la democratización del estatuto del SEOM.

Los municipales del PTS nos posicionamos en las asambleas y los medios contra los aumentos a la policía que reprime a municipales y estatales y a favor de un aumento a los trabajadores. Así también plateamos al SEOM la coordinación con todos los gremios estatales para conquistar un salario mínimo que parta de $8.500 y la ayuda extraordinaria.

El PTS tiene el orgullo de ser parte orgánica con sus militantes obreros de la lucha y organización de los recolectores de residuos y tener el desafío de seguir desarrollándose como una alternativa política de los trabajadores.

Los autores son trabajadores municipales de Recolección - SEOM