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Debates

El PCR-CCC y el MST en Ferro

Sin chistar en el acto oficialista

15 de marzo 2007

Desde la tribuna Hebe de Bonafini arengaba al público desde la misma presentación del acto: "gracias presidente Kirchner". Luego Hugo Chávez hacía un poco más de lo mismo en su discurso reivindicando constantemente a Néstor y a Cristina. De esta manera, el PCR y el MST fueron copartícipes de un acto oficialista. Lo cual era sabido de antemano. Estos partidos acataron, sin chistar siquiera, un acuerdo previo exigido por los representantes venezolanos de que no se silbara ni se reprobara a Kirchner. Por las dudas, mil militantes fueron destacados por Libres del Sur y otras organizaciones K para disciplinar al PCR y el MST. Pero no hizo falta. Hasta el ultraoficialista Horacio Verbitsky les toma el pelo: "El militar venezolano retribuyó el acceso a la tribuna que Kirchner le concedió con repetidos elogios al presidente argentino y el compromiso obtenido de sus partidarios de la paleoizquierda local de no silbar ni abuchear. Su disciplina es admirable..."

El modelo del PCR
La gira de Chávez sirvió para de cubrir por izquierda a los gobiernos "progresistas" que no recibieron a Bush, permitiéndoles posar de opositores al imperialismo. El acto en Ferro tenía la misma finalidad. Sin embargo, para el PCR dicho evento fue parte del "gigantesco repudio popular al imperialismo yanqui" y rescata sus consignas de "Fuera Bush y el imperialismo; Bienvenido presidente Chávez, Unidad Latinoamericana". Pero a renglón seguido debe reconocer que el acto "fue acordado por los gobiernos de Venezuela y la Argentina, en las negociaciones entre los dos países", denunciando a su vez la postura del kirchnerismo en "su política dual hacia Estados Unidos: por un lado accede a que Chávez haga el acto "anti-Bush" en Buenos Aires; y por el otro, mantiene serios acuerdos con los yanquis sobre Irán y Haití, firma convenios sobre el terrorismo, el narcotráfico, el lavado de dinero y la "no proliferación" nuclear" (Hoy N° 1.157, 12/3/07). Ahora bien, si el acto de Ferro resultó una reivindicación del gobierno aliado de los yanquis en cuestiones estratégicas, es evidente que el barniz antiimperialista resultaba una cobertura por izquierda para el kirchnerismo. Así, el seguidismo del PCR a Chávez, un modelo de aliado en su mentado frente patriótico donde la clase obrera se subordina al liderazgo patronal, los llevó a abandonar, en este caso, su oposición al gobierno de Kirchner, que ellos mismos señalan como proimperialista.

El desbarranque del MST
Vilma Ripoll y el MST habían declarado que iban al acto de Chávez "Más allá de las divergencias (…) en relación al gobierno de Kirchner, vamos al acto de Ferro porque coincidimos en repudiar la presencia del genocida Bush (…). A la vez creemos que en nuestro país sería necesario tomar el ejemplo que marca Venezuela con sus nacionalizaciones, que contrastan con la política oficial de entrega del petróleo y de sumisión a las multinacionales" (Comunicado de Prensa 8/3/07). Para el MST se trataba no sólo de repudiar a Bush sino de reivindicar como un camino a seguir las "nacionalizaciones" chavistas, que como denunciamos reiteradamente en estas páginas significaron para las empresas multinacionales una compra a valor de mercado de 1.500 millones de dólares. Reivindicar la política inconsecuente de un seudo-nacionalismo burgués es toda una claudicación para el MST que se dice socialista y de los trabajadores. Pero además, el MST que predica ser "la nueva izquierda" fue funcional a cubrir por izquierda al gobierno kirchnerista que es hoy un instrumento de reciclaje de la "vieja política". Una confirmación más del abandono de toda posición clasista y socialista, y del rumbo centroizquierdista y de conciliación de clases que propone seguir a los luchadores el MST de Vilma Ripoll.

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