Es evidente que la unidad, fuerza y actitud que significó el plebiscito, como el paro contra el violento intento por evitarlo de la UTA, nos dejó a los trabajadores del subte un aire renovado. Recuperamos confianza en nuestras propias fuerzas y lo más importante, comenzamos a dar los primeros pasos en pos de nuestra organización democrática.
El primero de ellos es la convocatoria a elección de representantes legítimos para los trabajadores. Para empezar a definir la modalidad de esa convocatoria, se reunió una comisión el martes 24/2 integrada por delegados, referentes y activistas de todos los sectores, en la cual estuvieron presentes los compañeros del Ce.Pro.DH., como parte de una comisión amplia de abogados que nos asesora. En ese primer encuentro se presentaron diferentes propuestas, siendo la elección por sector y por turno la de mayor consenso. Como venimos sosteniendo los compañeros que integramos la agrupación “Democracia desde las Bases”, es esta modalidad de elección la que garantizaría una mayor representación y un funcionamiento más democrático. De esta manera cada sector (Limpieza, Auxiliares, Boletería, Trafico, Instalaciones Fijas y Material Rodante) definirá en asambleas a sus candidatos que se integrarán en una lista común por línea votada por todos los compañeros. Así los delegados elegidos conservarán la capacidad de representar a todos los trabajadores de esa línea, modalidad que nos permitió hasta hoy, dar respuesta unificada frente a los ataques de la empresa.
En el camino para poner en pie un sindicato/cuerpo de delegados democrático, totalmente opuesto al modelo sindical que representa la UTA, es fundamental contar con representantes en cada sector y turno para asegurarnos mayor legitimidad.
En el próximo plenario de delegados del jueves 26/2 terminaremos de elaborar la propuesta de modalidad y fecha de elección, para luego ponerla a debate y votación en las distintas asambleas.
Es evidente que después de la masiva votación en las jornadas de consulta y de haber sorteado la patoteada, hay en todos los compañeros una avidez por conocer, elaborar y debatir iniciativas en virtud de la construcción colectiva de nuestra nueva organización gremial. En este sentido, en la línea B, el miércoles 25/2 comenzamos a intercambiar opiniones en la asamblea que realizamos, donde la coincidencia general fue la elección por sectores y turnos. También el interés que existe se expresa en los más de mil suplementos de La Verdad Obrera sobre el plebiscito en el subte* que se repartieron, circularon y se leyeron en todos los sectores.
Prepararnos para lo que viene
Mientras continua la pre-afiliación al nuevo sindicato, los punteros de la burocracia intentan (sin éxito) a través de amenazas u ofreciendo dinero “convencer” a compañeros de que se afilien a la UTA. Es evidente que no se van a quedar con los brazos cruzados mientras los trabajadores le damos forma a nuestra idea del sindicato propio. El ataque del 05/02 en la línea “D” fue un ejemplo. A esto se le suman las declaraciones de distintos funcionarios del gobierno en contra del plebiscito y el sindicato de subte, demostrando una vez más la complicidad manifiesta con Metrovias y la burocracia sindical.
Pero como ya demostramos, tenemos la capacidad para defender nuestras conquistas. Debemos saber que dimos un paso importante pero que la tarea no va a ser fácil. Seguramente deberemos apelar a nuestros métodos de lucha y será fundamental que a esta capacidad le sumemos una preparación profunda y conciente que nos permita encarar las tareas inmediatas de la mejor manera posible.
Tenemos que rodearnos de la solidaridad de todos los sectores que apoyen el derecho que tenemos todos los trabajadores a organizarnos de la forma que nos parezca, y generar políticas junto con los usuarios que nos permitan lograr un mejor servicio.
Durante el plebiscito fueron numerosas las muestras de apoyo que recibimos de personalidades y organizaciones, evidenciando la simpatía y solidaridad que despierta nuestra pelea y la importancia que puede tener para los trabajadores cada paso que vayamos conquistando. Por eso nos tenemos que proponer que esa solidaridad se transforme en una gran campaña en defensa de los trabajadores del subte para lograr llegar a miles de organizaciones políticas, sociales, y gremiales, para recibir su respaldo, su pronunciamiento a favor de nuestra lucha por poner en pie un sindicato clasista, antipatronal e independiente del gobierno y del Estado.
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