En las últimas semanas vimos al jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, defenderse de la acusación de la Comisión de la Legislatura, criticando a la misma por “intencionalidad política”, “mamarracho” y “contradictoria”. A la vez recusa a los legisladores que lo acusan y presenta a centenares de testigos para que declaren en su defensa, con el objetivo de dilatar el juicio, así trata de evadirse del castigo mediante el uso de maniobras legales.
Por su parte la Comisión, comandada por legisladores de la derecha acusa a Ibarra mientras no indaga acerca de las causas que permitieron semejante asesinato.
Sin embargo, de estas maniobras va saliendo, de a poco, la mugre de un sistema erigido con el fin de garantizar los negocios capitalistas. Veamos.
-La policía: fue acusada de coimera por el que era Secretario de Seguridad y Justicia del Gobierno porteño en el momento de la masacre.
-El Gobierno porteño: sus inspectores coimeaban a los boliches para certificar que todo estaba en regla.
-Chabán: siendo plenamente consciente de que la falta de seguridad podía ocasionar una tragedia, coimea a todos y para garantizar su ganancia permite la entrada de mucha más gente de la que cabía en el boliche.
-La Legislatura: las bancadas mayoritarias de los partidos patronales, que sabían de antemano (al igual que cualquier argentino), que este sistema “aceitado”, siempre existió. Recién salta cuando se produce la masacre.
Esto es lo que no se enjuicia ni investiga ante esta tragedia. Que los responsables políticos del asesinato de 194 chicos fueron los que dirigen el Gobierno porteño, las fuerzas de seguridad, y los partidos patronales que desde siempre permitieron esta “organización”, que tiene como único fin garantizar las ganancias de los capitalistas. Los funcionarios a la vez que sostienen este sistema, se llevan suculentas tajadas.
Y la justicia, que antes de los hechos, jamás se dedicó a investigar, ahora busca castigar a algunos para dejar en pie todo el sistema y además justificar su rol en esta farsa.

El gobierno nacional

Unas líneas se merece el gobierno de Kirchner, quien sostuvo a Ibarra ante las grandes movilizaciones de Enero y la interpelación al jefe de gobierno. Ahora, en línea con esta actuación, el Ministro del Interior Aníbal (el caníbal) Fernández, se presenta como testigo de Ibarra, avalando todo lo dicho por éste.
Por otra parte, el candidato del Gobierno, Rafael Bielsa de una manera escandalosamente oportunista y para conseguir el voto progregista, apoya la declaración de la Comisión Investigadora de la Legislatura, mientras encubre el rol del Gobierno de apoyar al jefe de Gobierno porteño.
Como se dice un huevo en cada canasta.

Sólo con la movilización se podrá castigar a los culpables

Si se llegó hasta el juicio político a Ibarra, si se está enjuiciando a Chabán y seguramente a algunos funcionarios y policías, no es por la acción de la Justicia o la Legislatura. Fueron las inmensas movilizaciones populares las que obligaron a estas a reubicarse, tratando cada uno de sacar provecho de la tragedia. Por esto, los familiares y los trabajadores y el pueblo no podemos depositar la más mínima expectativa en estas instituciones que sostienen el Estado capitalista. Tenemos que seguir en el camino de las movilizaciones, sumando a los jóvenes de los colegios y a los trabajadores en lucha, que es la única manera de garantizar el juicio y castigo de todos los culpables, desde Ibarra, pasando por Chabán hasta el último policía.