El viernes 23/10 se realizó una multitudinaria marcha de antorchas. Más de 10 mil personas colmaron la Plaza Independencia en apoyo a los autoconvocados. Según los medios, fue la marcha más grande en 10 o 15 años.

Fue un duro golpe para Alperovich, quién pretendía negociar con los trabajadores cuando el desgaste haya hecho su efecto. La histórica movilización mostró la derrota de esa estrategia en la que la burocracia de ATSA jugaba un rol fundamental intentando dividir a los médicos de los no profesionales. También fue derrotado el sector que pretende levantar el conflicto (aduciendo que las fuerzas no dan) y redireccionarlo a la creación de un nuevo sindicato.

Unos días después de la marcha el gobierno realizó una propuesta “informal” en la que se entregarían 70 puntos a la base de cálculo (los autoconvocados exigen 250) y pasarían a la planta permanente unos 1500 transitorios (de un total de 5 mil y casi 2 mil contratados). Más allá de lo miserable de la propuesta, lo que demuestra es que cuando los trabajadores realizan medidas contundentes el gobierno tiene que retroceder. Alperovich nuevamente va a intentar dividir y con esta propuesta, junto con una cláusula de paz social, apuesta que el sector conciliador acepte levantar la lucha.

Lejos de esto, los más de 10 mil manifestantes mostraron que hay fuerzas suficientes para derrotar las políticas de bajos salarios y trabajo precarizado del gobierno. Es necesario que los trabajadores aprovechemos el envión anímico dado por esta movilización para mostrarle a los compañeros que aún tienen temor, que el triunfo es posible. Pero también resulta indispensable que los autoconvocados alcen su voz contra los planes económicos de Alperovich, que les promete a los empresarios una provincia con el salario promedio más bajo del país, con más del 50% de los trabajadores en negro y con jugosos subsidios para quienes pretendan invertir aquí.

Es con la unidad con quienes padecen nuestros mismos problemas lo que nos puede permitir torcerle el brazo al gobernador. La plata para la salud, educación y trabajo, está en la que durante todos estos años se llevaron los empresarios y banqueros. Hay que imponer impuestos progresivos a las grandes fortunas y acabar con el pago de la deuda. Ahí están los fondos para el pase a planta permanente de todo el personal del Estado (transitorios, contratados, Plan Nacer, pasantes, etc), el 82% móvil para los jubilados y para acabar con los 20 mil niños desnutridos.

En la ultima reunión del plenario multisectorial (donde partió la iniciativa de la marcha de antorchas), desde el PTS propusimos impulsar una gran marcha nacional de la salud para instalar el problema de Tucumán y de otras provincias nacionalmente, y para poder denunciar la verdadera situación de la provincia.

Corresponsal