Otra “gran política” de Estado (conservadora, siguiendo la misma definición del marxista Gramsci) es la que el gobierno ensaya sobre las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Mientras intentan legitimar a las policías con la campaña contra la “inseguridad”, para hacerla “necesaria” para los trabajadores y el pueblo buscando “amigar a la policía con la gente” según las palabras del gobernador Scioli; mantiene la continuidad de lo esencial del viejo aparato de la dictadura e intenta limitar la lucha por el castigo a los genocidas enjuiciando a un par de viejos represores emblemáticos ya retirados, bajo la argucia de, como dijo Cristina Fernández, “separar la paja del trigo”
Pero la continuidad con el aparato militar de la dictadura es tal que, además de miles de represores en funciones como los 9000 agentes que revisten hoy en la bonaerense desde la época de Camps y Echecolatz, se expresa aún en la cúpula actual de las FFAA. Recientemente, en el juicio a un torturador como el ex Prefecto Héctor Febres por la causa Esma, un testigo ex detenido desaparecido declaró que el actual comandante en Jefe de la Armada, el almirante Jorge Godoy designado por Néstor Kirchner en el cargo hace cuatro años, participó de los centros clandestinos de detención durante la dictadura. “Habría que preguntarle al Almirante Godoy, el cual estuvo asignado en sus funciones en la base de Mar del Plata, qué pasó con Cecilia Viñas, que estuvo en la ESMA y después fue llevada a la base de Mar del Plata, qué pasó, porque Godoy estuvo en Mar del Plata y estuvo en el Centro clandestino de detención que allí funcionó y hoy es el Comandante en Jefe de la Armada” (Testimonio de Enrique Fukman, ex detenido desparecido en la ESMA).
Es sintomático que los abogados de la defensa de Febres hayan argumentado en el juicio, con el objetivo de pedir su absolución, que el torturador no sabía que eran "perseguidos políticos" los que se hallaban presos desde el año 76 en la Escuela de Mecánica de la Armada, sino que se trataba de "personas fuera de la ley que habían cometido delitos". Además de un cinismo sin igual sobre los hechos del pasado, tratan de hacer pasar, en el presente, que si eran “chorros” hubieran estado justificadas las capuchas, las torturas y hasta los vuelos de la muerte, a tono con los reclamos de “más seguridad” y “mano dura” que están en boga.
Por su parte, el gobierno ha lanzado ahora que “hay pistas” sobre los secuestradores que desaparecieron a Jorge Julio López hace un año y 3 meses, y pretende presentar como novedad que éstas incriminarían a...Echecolatz y “gente de su círculo cercano”. Se prepara una maniobra para condenar al ya condenado Echecolatz y tal vez alguno más, sin tocar a los miembros de la Bonaerense en funciones que actuaron para permitir el operativo del secuestro, la desaparición y posterior encubrimiento de las pistas, y que ahora pasarán a ser dirigidos por Stornelli y Scioli.
Este 20 de diciembre, la lucha para terminar con la impunidad en el secuestro y desaparición de Jorge Julio López debe ser una de las primeras banderas de la convocatoria, junto con la lucha por el castigo a todos los genocidas. Nuestra propuesta unitaria es, además, que todas las organizaciones de derechos humanos, estudiantiles y sindicales combativas, y la izquierda, exijamos la destitución, investigación, juicio y castigo para el actual comandante en Jefe de la Armada, Jorge Godoy, como a todos y cada uno de los que pasaron por un centro clandestino de detención y exterminio