“Vivan las luchas de Zanon, que viva el control obrero, porque esta fábrica es del pueblo, en Zanon no pasarán”, cantaron unas mil personas junto a los trabajadores de la planta neuquina de cerámicos, al cerrar la semana de acampe frente a Plaza Congreso. Durante ocho días desfilaron artistas, abogados, intelectuales y trabajadores de otras empresas recuperadas, de subterráneos, ferroviarios y telefónicos. Se debatió sobre el movimiento de autogestión obrera, la violencia contra la mujer y la criminalización de la protesta social. Los ceramistas expusieron los detalles del proyecto de ley de expropiación definitiva de Zanon, que ya tiene estado parlamentario, con la firma de 22 diputados. Sin embargo, la justicia de Neuquén mantiene en pie la amenaza de desalojo y ya dictó el remate de la maquinaria. “Ellos tomaron recursos de los ’70 y lo lograron. Demostraron que se puede proseguir en el camino de aquello que quedó trunco por el genocidio. Cuatrocientas personas se ponen de acuerdo y avanzan. Son un legado y un ejemplo”, afirmó ante Página/12 el líder de Attaque 77, Ciro Pertusi.
La banda no pudo llegar a tiempo desde Ushuaia para tocar, pero Pertusi dijo presente una vez más. Quienes hicieron oír sus canciones fueron Las Manos de Filippi y el ex Cadillac Flavio Cianciarullo. Mientras “Cabra”, de las Manos, se secaba el sudor, un grupo de fans extendía sus manos entre los pliegues de la carpa y pisaba cerámicos para obtener un autógrafo de Ciro. El cierre estuvo a cargo del grupo ETC y los propios obreros, quienes se pusieron en fila, levantaron cerámicos con figuras de “reinas y reyes”, los arrojaron al piso y elevaron otros con “peones”.
“Esto superó nuestras expectativas, porque reeditamos una sucursal de Zanon en pequeño. Además de Attaque, Ciro, Flavio, León y Las Manos estuvieron León Gieco, Teresa Parodi y la Bersuit, las asambleas populares, el Frente Trabajadores Combativos, mesa nacional, el Bloque Obrero y Popular, Teresa Vive y los estudiantes de la Federación Universitaria del Comahue. Y la Marcha del Orgullo Gay terminó en la carpa”, enumeró Raúl Godoy, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén.
Marta Viveros, de 55 años, es cocinera en Zanon y una de las 26 mujeres de la planta. “Era empleada doméstica y largué porque lo veía muy entusiasmado a mi hijo en la fábrica, ellos no notan lo grandiosos que son”, relató. No conocía Buenos Aires y aseguró que se va impresionada. “Hasta choferes de colectivo pararon para firmar el aval al proyecto de ley”, indicó.