Esta vez sucedió en la Empresa Provincial de la Energía de Rosario-Santa Fe, donde el joven trabajador Luis Vega murió en la explosión provocada por un cortocircuito que se generó cuando el propio Luis hizo contacto con una barra de media tensión (de 13.200 voltios) dentro de una celda metálica en el centro de distribución Sarmiento. Luis realizaba trabajos de mantenimiento junto a otros obreros. Tres de ellos quedaron gravemente heridos con quemaduras y golpes por la onda expansiva. Los compañeros estaban bajo la dependencia de la empresa IRB, subcontratada por otra empresa llamada EMA (Electromecánica Argentina), la cual a su vez está originalmente contratada por la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

Los gerentes de la EPE dijeron ante los medios que no se explican por qué entraron a trabajar allí, en esa celda ya que estaba con tensión. Peor aún el gerente de EMA deslindó responsabilidades cuando un periodista le preguntó al respecto, diciendo que desconocía, que ellos subcontrataron.

Toda la responsabilidad es del directorio de la EPE y su política de tercerizar, subcontratar y entonces precarizar la mano de obra, todo con el objetivo de abaratar costos y masa salarial. Esta política no es ajena a la mayoría de las empresas, las distribuidoras como generadoras de energía que comenzaron en los 90` y continúan hoy.

Los trabajadores no podemos permitir un solo compañero muerto más. Es necesario terminar con el trabajo esclavo. Pase a planta de todos los trabajadores contratados y subcontrados. Por comisiones de seguridad garantizadas por nosotros los trabajadores.

G., delegado de la EPE