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INTERNACIONAL

TRAS LA CUMBRE EN BRASILIA

Venezuela ingresa al Mercosur

La Cumbre del Mercosur realizada el martes 30/7 en Brasília encerró el significativo hecho que fue la ratificación del ingreso de Venezuela al bloque regional, que ocurre a seis años de su pedido de incorporación.

Isabel Infanta

2 de agosto 2012

Venezuela ingresa al Mercosur

La Cumbre del Mercosur realizada el martes 30/7 en Brasília encerró el significativo hecho que fue la ratificación del ingreso de Venezuela al bloque regional, que ocurre a seis años de su pedido de incorporación.

A pesar del visto bueno otorgado por los parlamentos brasilero, argentino y uruguayo, la iniciativa había quedado trabada en el senado paraguayo, el mismo senado que derrocó al presidente Lugo en el golpe de estado de junio pasado. Fue justamente este hecho y la suspensión transitoria de Paraguay del bloque lo que permitió a los demás socios, de contragolpe, aceptar el pedido de Venezuela. Por supuesto que no sin controversias.

Relativo fortalecimiento político del Mercosur

La administración golpista de Paraguay ha pataleado acusando la maniobra de ilegal. Se le suman los medios divulgadores de la derecha neoliberal del continente, nostálgica del ALCA como proyecto económico para la región. Es que estos sectores neoliberales y pronorteamericanos, que vienen intentando reflotar el bloque Alianza del Pacífico (que incluye a México, Colombia, Peru y Chile) tienen ahora frente así a un Mercosur que ha incorporado a una de las más importantes economías del subcontinente, que queda conformado por más del 80% de la economía regional, y que pasa a constituir el quinto bloque económico del planeta.

Chávez: un logro político contradictorio

El ingreso al Mercosur significa para Chávez un importante logro político, que tiene un valor recargado en el marco de su campaña electoral en pleno desarrollo. La Venezuela de Chávez aparece ahora cobijada en el bloque liderado por Brasil, que actúa como potencia regional, volviendo a la escena política internacional con gran pompa tras un período importante de retroceso y silencio. Muy atrás quedó aquel Chávez que en la década pasada le disputaba el liderazgo regional a Brasil, oponiendo una ubicación más confrontativa hacia el imperialismo norteamericano a la ubicación más moderada de Lula. De esta manera, el ingreso de Venezuela al Mercosur es una reafirmación del liderazgo brasileño, la coronación de la política de “abrazo del oso” impulsada por Lula y continuada por Dilma.

Nuevos negocios para la burguesía

Esta incorporación significará la conformación de un mercado ampliado, con nuevas posibilidades de negocios para las burguesías brasilera y argentina y las transnacionales instaladas en estos países, que tienen en Venezuela a un país con importantes reservas energéticas y gran vocación importadora debido al carácter marcadamente primario de su economía. Lo que puede ser un punto de apoyo en momentos en que la crisis internacional enturbia las perspectivas comerciales sudamericanas.
Es así como llega Hugo Chávez a Brasilia con un contrato por 900 millones de dólares para comprar a la brasilera Embraer (fabricante aeronáutico) 20 aviones comerciales. Llega también con la promesa de importantes beneficios energéticos para Argentina, que importa fuel-oil de Venezuela y tiene expectativas en el negocio de la extracción petrolera en la Franja del Orinoco. Todo un juego de seducción hacia las burguesías del Cono Sur, que seguramente se verá complementado con una adaptación de su política comercial hacia el capital extranjero y otros aspectos de su legislación aduanera y comercial al régimen más "amistoso" de Brasil y Argentina.

Qué significa para los trabajadores y el pueblo pobre

Los presidentes reunidos en Brasilia han hecho un llamado a sus empresarios a aprovechar esta gran oportunidad de negocios, ubicándolos como actores centrales de esta integración, enarbolando las banderas de la cooperación y complementariedad productiva. Sin embargo, son los mismos actores que día a día explotan a los trabajadores brasileros, argentinos, venezolanos, etc.

La integración que proponen las burguesías “progres” del Mercosur no es la que necesitamos los trabajadores, porque no modificarán en nada la política de redistribuir las migajas que caigan de los buenos negocios burgueses a través de las “misiones” de Chávez, las “bolsas familia” de Lula o las “asignaciones por hijo” de Cristina, ni permite enfrentar la dominación imperialista.

Por eso, los trabajadores y el pueblo pobre tenemos en nuestras manos la tarea de forjar una integración a la medida de los trabajadores y el pueblo pobre, la de una América Latina Obrera y Socialista.

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