Nuestra decisión de viajar con Pan y Rosas al Encuentro fue por la necesidad de participar activamente en función de reivindicaciones que consideramos fundamentales. En Pan y Rosas encontramos un espacio donde nuestras consultas, propuestas y motivaciones eran realmente escuchadas y tomadas en cuenta. A nuestro regreso, esta visión resulta confirmada: Pan y Rosas fue aquella agrupación que más consecuentemente planteó su crítica y fue coherente entre su discurso y su práctica, contra todas las instancias que ejercen la dominación. La lucha contra la opresión de la mujer debe incluir el enfrentamiento con el gobierno, los partidos patronales y la iglesia; ésta fue la pelea que dimos con la agrupación Pan y Rosas en el Encuentro Nacional de Mujeres de Jujuy.
Verónica y Gaby

Este año viajé al Encuentro con Pan y Rosas, porque junto con otras compañeras independientes ya veníamos haciendo actividades durante el año, impulsando seminarios sobre clase y género, fondos de huelga para los trabajadores en lucha, y marchas reclamando el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. De esta manera, Pan y Rosas tiene política hacia la mujer durante todo el año, intentado además generar constantemente debates con muchas compañeras. También participamos juntas de la Comisión de Mujeres de Sociales, donde hicimos la propuesta al resto de las corrientes de realizar un Pre Encuentro Regional, donde discutir el escenario que íbamos a encontrar en Jujuy y la posibilidad de hacer un frente sobre ciertos puntos de acuerdo. Además, la decisión de viajar con Pan y Rosas también se debió al acuerdo con respecto a la política que llevan adelante. Es fundamental que se impulse un gran movimiento de mujeres que luche por sus derechos, independiente de la iglesia y gobierno, y creo que también es central la campaña contra la precarización laboral, la participación y apoyo a las luchas obreras, la exigencia de que aparezca con vida Julio López, etc. Todas estas consignas que se levantaron en marchas, en el periódico y en los debates que dimos, y se concretaron este año en el Encuentro, donde tuvimos una intervención conjunta acorde a nuestros reclamos y propuestas.
Jesica

Elegimos viajar al Encuentro junto a Pan y Rosas por varias razones. La primera y fundamental, porque compartimos sus consignas: por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; por la aparición con vida ya de Julio López; por la libertad para Romina Tejerina y contra la doble opresión que sufre la mujer trabajadora.
En segundo lugar porque es una agrupación que nuclea tanto a militantes del PTS como a las que participamos de manera independiente. Este criterio no excluyente hace que, dentro de la agrupación, una tome contacto con mujeres que viven realidades diferentes; sin embargo, al estar unidas bajo las mismas consignas, el debate y la discusión, lejos de dificultarse, se hacen más ricos.
Este último aspecto es el que, en nuestra opinión, hace más productiva la experiencia. Constantemente se ponen en común los puntos de vista y las propuestas. El carácter de la intervención en el Encuentro se discutió a cada momento en una especie de asamblea en la que cada quien fue libre de dar su opinión y proponer nuevas variantes de acción.
El hecho de decidir entre todas, militantes e independientes, antes, durante y después del encuentro, qué líneas de acción seguir, hizo que no nos sintiéramos seguidoras, sino parte de Pan y Rosas.
Anael y Elena