Este jueves 23 se realizaron las elecciones estudiantiles en la UNC. Desde las agrupaciones En Clave ROJA, Tesis XI-Contraimagen y el CeProDH intervenimos planteando claramente la necesidad de poner en pie un nuevo movimiento estudiantil ante la crisis que se avecina que se proponga unirse a la clase trabajadora, sobre todo en estos momentos donde empieza a ser atacada, como en la fábrica Renault de esta misma ciudad, donde ya hubo 300 despidos. También fue un eje fundamental el planteo de independencia tanto de las patronales agrarias como del gobierno K y la lucha por la democratización de los centros de estudiantes para que funcionen en base a asambleas y cuerpos de delegados.

Nuestra agrupación participó de 7 elecciones de centros de estudiantes y consejos directivos. Sobresalen la elección de Filosofía y Humanidades donde la agrupación Tesis XI-Contraimagen se consolidó claramente como segunda fuerza en la facultad y como primera fuerza dentro de la izquierda. Obtuvimos el cuarto Consejero Directivo y dos Secretarías del Centro como primera minoría y la elección en Derecho y Ciencias Sociales (que incluye Comunicación y Trabajo Social) donde sacamos 225 votos enfrentando a todas las fuerzas de la derecha universitaria y sus aparatos bancados por los grandes partidos patronales y siendo la primera fuerza de la izquierda en Derecho. Estas elecciones, sumadas al resto de las facultades y a las recientes elecciones en la UTN (ver LVO 299) representan un avance cualitativo de la red de agrupaciones En Clave ROJA en Córdoba que tuvo el apoyo de 1400 estudiantes universitarios.

Filosofía: el desafío de construir una gran corriente militante y recuperar en Centro

El apoyo que tuvo la agrupación Tesis XI-Contraimagen en Filosofía y Humanidades, una de las facultades más politizadas y activas de la UNC, plantea el desafío de construir en esa facultad una gran corriente que pelee por recuperar el centro de estudiantes de manos de los “independientes” de El Andén que, pese a las frases de izquierda que enarbola, en los momentos claves no dudó en dejar de lado su carácter de “independientes” apoyando la elección de la rectora Scotto y durante el conflicto del campo marchando en apoyo al gobierno K. Ante esto Tesis XI-Contraimagen peleó desde un primer momento porque el movimiento estudiantil tomara partido por una posición independiente tanto de la protesta de los patrones del campo como del gobierno. Esta lucha la expresamos en las elecciones, sumado al planteo de democratizar el centro y ponerlo a funcionar basado en asambleas y plenarios abiertos. Además de nuestro combate cotidiano por la defensa del marxismo contra la intelectualidad academicista, que se expresó en la publicación de la revista Armas de la Crítica hecha por estudiantes de la facultad.
Dentro de la izquierda, detrás de Tesis XI-Contraimagen salió el frente encabezado por La Comuna, el MAS y el PO (29 de Mayo); y mucho más atrás agrupaciones menores (MST e Izquierda Socialista).

Lamentablemente por los métodos burocráticos y los intereses de aparato de las agrupaciones que formaron el Frente 29 de Mayo no salió un frente de la izquierda que levantara la consigna de “Ni K, ni campo” y pudiera disputar el centro (ver LVO 300). El fracaso total de estas corrientes demostró que los acuerdos entre agrupaciones bajo el simple cálculo electoral son completamente impotentes para construir una corriente militante como lo hacemos desde Tesis XI-Contraimagen. Este frente fue uno más de los acuerdos que mantiene la UJS-PO según la ocasión en cada lugar, por ejemplo en Ciencias Médicas mantienen un frente con los más fervientes defensores de la protesta patronal agraria: la Cepa-PCR, y en Psicología hacen un acuerdo con una agrupación completamente reformista, todo para mantener la “imagen” de un gran aparato. La coherencia de una corriente militante como la nuestra en su lucha por una perspectiva independiente “ni k ni campo”, por asambleas y contra el desfinanciamiento educativo se expresó en el apoyo de los estudiantes. Esperamos que la derrota que sufrieron estas agrupaciones les sirva para reflexionar sobre los límites de su política de privilegiar los acuerdos de aparato por sobre la pelea militante en la facultad. El desafío que tenemos por delante es la construcción de una gran corriente que recupere el centro apostando al surgimiento de un nuevo movimiento estudiantil que se una a los trabajadores ante la crisis que la clase dominante y el gobierno intentarán descargar sobre sus espaldas.