por Carlos Musante

“¡Que buena elección que hicimos!”, “¡Aguante la izquierda!”, nos decían lunes y martes en los lugares de trabajo y estudio. Muchos docentes y gente que cruzábamos en la calle nos preguntaba “¿pero cómo, no metimos un diputado, Carla no entró?” (así, usando un nosotros “inclusivo”). Tuvimos que explicarles las mil y una vueltas proscriptivas de esta democracia para ricos para obtener representación parlamentaria.

Tanto entusiasmo se explica por la intensa campaña militante que hicimos en la regional, en cada estación, obrador, fábrica, escuela y facultad, que tuvo como puntos más altos la presentación del nuevo libro de Christian Castillo en la Universidad de Quilmes, la charla con los candidatos en el CBC de Avellaneda y el acto de los ferroviarios, docentes y otros sectores obreros que impulsan el periódico de Nuestra Lucha en Lomas de Zamora. La última semana estuvo signada por el recuerdo de Mariano Ferreyra y la marcha emocionante del jueves, precedida en Quilmes por un acto común con el PO y familiares de víctimas de la represión policial, donde hablaron jóvenes de esa fuerza y nuestro compañero Augusto de la Bordó y el PTS.

Las agrupaciones obreras, estudiantiles y de derechos humanos en las que interviene el PTS realizaron este esfuerzo que fue entendido como continuidad de la lucha cotidiana. Muchos periodistas nos decían “ustedes no son como los otros candidatos, son luchadores desde siempre, están todo el año en la calle”.

Con esta fuerza decenas de ferroviarios, docentes, estudiantes, amigos y familiares tomaron en sus manos la campaña, el reparto de volantes y boletas y tareas de fiscalización.

“Ahora no vayan a aflojar” fue la frase más repetida. Nosotros contestamos que, por el contrario, los cientos de miles de votos son un punto de partida extraordinario para hacer un fuerte partido al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre que, enraizado en los lugares de trabajo y estudio, enfrente la crisis capitalista y ofrezca una salida obrera y socialista.