“Las solidaridades corporativas con acusados de terrorismo de Estado perturban seriamente el proceso de reconciliación de las Fuerzas Armadas con la sociedad”. Esta frase de la ministra de Defensa, Nilda Garré, la expuso luego de que saliera a luz la más que obvia colaboración del “democrático” Ejército Argentino con los detenidos de la fuerza por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
Los militares y sus cómplices civiles han vivido ya más de dos décadas de impunidad al amparo del PJ y la UCR, y pretenden seguir haciéndolo.
A menos de 5 días del inicio del juicio a 8 genocidas del centro clandestino “La Escuelita”, los jueces de la Cámara Federal suspendieron el inicio de las audiencias.
Quedan pocos días para el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará el 16, 17 y 18 de agosto en la provincia de Neuquén. Las compañeras de la agrupación Pan y Rosas (PTS e Independientes), junto a trabajadoras y estudiantes de todo el país, nos estamos organizando para participar del mismo.
El pasado 5 de agosto se realizó en La Plata una nueva reunión de todas las agrupaciones que el 19 y 20 de julio pasado, en San Luis, confluimos en denunciar al acuerdo de la Franja Morada y el PJ de realizar un Congreso de la FUA burocrático y fraudulento.
Parece ser que a Eduardo Sartelli, director de Razón y Revolución (RyR) le han molestado algunas críticas que realizamos en Lucha de Clases N° 81.
De la derrota de la revolución china (1925/27)1 Trotsky y la Oposición de izquierda rusa sacarán a fondo las conclusiones de la catástrofe: la línea de Stalin-Bujarin había subordinado al partido proletario a una organización nacionalista burguesa, el Kuomintang (KMT)2; las lecciones pasaron por la defensa intransigente de la organización y política revolucionaria para el proletariado, la alianza obrero-campesina y la generalización de formulaciones político-programáticas que ligaban transicionalmente los problemas democráticos y de independencia nacional a la insurrección obrera, acaudillando a las masas pobres del campo y la ciudad.
La consagración de la cirugía estética es un signo distintivo de nuestra época como razón instrumental de un canon de belleza universal para la sociedad de consumo.