Detrás de las cínicas condolencias de sus acérrimos opositores e, incluso, de dirigentes del espectro del propio peronismo “amigo”, están en curso encarnizadas disputas de poder.
Respetamos el dolor que sienten amplios sectores de trabajadores y el pueblo que identifican al ex Pres idente con determinadas conquistas como las anulaciones de las leyes de impunidad a los genocidas y la vuelta a las negociaciones paritarias.
Además de exigir el juicio y castigo a los asesinos materiales e intelectuales del crimen que conmovió a la Argentina, el mejor homenaje que podemos hacer por Mariano es, no sólo luchar por el pase a planta permanente en el FFCC, sino que su ejemplo y nuestra lucha se transformen en una referencia para todos los precarizados del país.
El pasado fin de semana se realizó en la ciudad de Gyeongju, Corea del Sur, la reunión de los ministros de finanzas de los llamados países del G-20, destinada a definir la agenda de la Cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno programada para el 12 de noviembre próximo en Seúl.
La muerte de Mariano Ferreyra a manos de la burocracia sindical volvió a sacar a la luz las formas de esclavitud moderna que vienen disfrutando y gozan los empresarios. La tercerización, la precarización laboral, el trabajo por agencia, los contratados, el trabajo en negro… son parte de las bases estructurales del modelo (kirchnerista) “nacional y popular”, donde en el sector público casi el 30% del trabajo no está registrado.
Durante los últimos días, en distintos lugares de trabajo se realizaron medidas de repudio al crimen de Mariano Ferreyra y en apoyo de la lucha de los trabajadores tercerizados. En muchas de esas empresas, los trabajadores se encuentran denunciando también las condiciones de trabajo precarias que viven a diario.
El asesinato de Mariano Ferreyra dejó al descubierto los métodos de la burocracia sindical peronista. El lugar donde comenzaron los hechos, Avellaneda, llevó directamente a relacionar éste con otros crímenes, como los de Darío y Maxi en junio del 2002 y el asesinato de Rosendo García y otros militantes obreros de la UOM en 1966, ocurridos en la misma región y con fuertes connotaciones políticas.
El lunes 25 la patronal despidió al principal referente de la fábrica de 300 trabajadores, donde no hay delegados y ni siquiera están afiliados. El trabajo previo de organización permitió una rápida respuesta y se realizó el primer paro con piquete en los portones con una participación masiva de los trabajadores.
El asesinato de Mariano Ferreyra a manos de la burocracia de la Unión Ferroviaria fue el tema central en los medios hasta que se conoció la muerte de Néstor Kirchner. La difusión otorgada al caso se inscribe en la actual disputa entre el gobierno y la oposición patronal, lo que ha dado lugar a distintas versiones del hecho.
28 de octubre |