En la asunción, Cristina Fernández de Kirchner fue clara: se paró en la vereda de los empresarios atacando nuestro derecho a huelga como si se tratara de un “chantaje” o “extorsión”.
La epopeya, como subgénero épico, es la narración de la devoción y el sacrificio que el héroe realiza en beneficio de su pueblo. Traducido a slogan de campaña, Cristina asume para custodiar que la “fuerza de todos” no se vea alterada por intereses sectoriales o corporativos.
Ni con la Ley de control de Papel Prensa que analizamos aparte, ni con la Ley de Tierras la presidenta ataca a sus ya “archienemigos” Clarín y las patronales del campo, con la misma saña con que empieza a hacerlo con las luchas de la clase trabajadora y los sindicatos.
El miércoles 7 de diciembre asumió la banca conquistada por el FIT. La misma fue el resultado de la gran campaña que hicimos denunciando al PJ, los radicales y el juecismo como los garantes de los intereses de las grandes patronales automotrices y la oligarquía de la soja. En la asunción de la banca estuvieron presentes, junto a además Jorge Altamira, ex candidato del FIT a presidente y Hernán Bocha Puddu, candidato a diputado nacional por Córdoba.
Luego de seis años, el lunes 12 fue lanzada una medida de fuerza unificada por las principales centrales obreras italianas: la CISL (de orientación católica), la UIL (socialdemócrata ) y la CGIL ex comunistas.
El Liceo A-90 ha cumplido casi tres meses de autogestión de estudiantes, apoderados y profesores. Es un ejemplo de autoorganización y de unidad de lucha. La municipalidad, dirigida por el militante del Partido Socialista, el alcalde Julio Palestro, está incitando a los apoderados para que saquen a sus hijos del colegio.
En anteriores números de LVO reflejamos algunas de las principales discusiones en torno a las jornadas revolucionarias de diciembre del 2001. Intentamos dar cuenta allí de la intervención del movimiento obrero, los movimientos piqueteros y las tendencias políticas que se habían expresado en esta crisis. Aquí presentamos la cuarta entrega de la serie.
Las 10 horas de autocuartelamiento (y el estado de alerta que aún se mantiene) de alrededor de 200 integrantes de la División de Infantería de la Policía Bonaerense de distintos puntos del Conurbano que se “autoconvocaron” en defensa de los 6 uniformados desafectados de la fuerza a raíz de la represión a militantes de La Cámpora durante la ceremonia de jura de Scioli, se ha convertido en la primera crisis política del gobernador a tan sólo 48 horas de su asunción.