El dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano, ha respondido en la Prensa Obrera N° 1054 la carta abierta al PO que hemos escrito, en la que los llamamos a impulsar consecuente y nacionalmente un bloque independiente del gobierno y de la oposición sojera, y a luchar por un "nuevo movimiento estudiantil". La motivación original de la carta, fue plantear una discusión política ante la consumación de la ruptura del frente entre el PO, y el PCR y el MST en los centros de Filo y Exactas de la UBA, que el PO justificó con el apoyo del PCR al campo. Como planteamos en la carta, el haber roto con el PCR, abría la posibilidad de avanzar en acuerdos políticos y bloques con el PO en estas y otras facultades. La carta de Solano, lamentablemente, deja sin embargo la impresión de que la decisión del PO no es un giro consecuente, sino una reubicación pragmática y oportunista.

En este artículo queremos responder a algunos de los argumentos políticos del extenso artículo de Solano, que está teñido por la pedantería e impotencia que los activistas reconocen en PO.

El escepticismo del PO (o cómo no mencionar las tres principales luchas estudiantiles de los últimos 15 años)

El PO se enoja con el título de nuestra carta, que los invita a que "luchemos juntos por un nuevo movimiento estudiantil". En esta mera frase, que juzgamos obvia, el PO cree identificar una política "liquidacionista", porque imagina que luchar estratégicamente por un movimiento estudiantil revolucionario implica rechazar todos los pasos dados por el movimiento estudiantil en la historia reciente. Desde allí, PO despliega una visión profundamente conservadora del movimiento estudiantil (una suerte de "es lo que hay" estratégico), y un fuerte escepticismo de que el movimiento estudiantil pueda generar tendencias a sacarse encima los vestigios morados de los centros, federaciones y del movimiento estudiantil de los 80s y 90s, y desarrollar tradiciones progresivas y combativas.

Efectivamente, Solano cree que el movimiento estudiantil, con los límites que hoy tiene, es el único posible. Esta caracterización, naturalmente, se corresponde con la negativa de PO de proponer políticas para que avance en términos de conciencia y de organización, y también con el hecho de que las veces que sectores del estudiantado se organizaron y salieron a la lucha los últimos años, el PO quedó a la rastra. No es casualidad que el racconto que hace Solano ignore cuestiones muy importantes.

En el año ’95, con la lucha nacional contra la sanción de la Ley de Educación Superior, y frente a la defección de la Franja Morada, que evitó a toda costa que la FUA, la FUBA y demás federaciones encabezaran una lucha seria, surgió un importante activismo que organizó un encuentro nacional de estudiantes en Córdoba. En el ’99, frente al recorte menemista de 100 millones de dólares al presupuesto educativo, se organizaron asambleas masivas por facultad y surgió la Interfacultades en la UBA, organismo que aglutinó y coordinó a los estudiantes en lucha. Fue Mariano Pedredo, en ese momento estudiante de Derecho de En Clave ROJA y hoy abogado de los trabajadores de Zanon y del Sindicato Ceramista del Neuquén, el que propuso en una asamblea masiva en la puerta de Sociales convocar a la Interfacultades, habida cuenta que la Franja y el PCR buscaron desorganizar y desmovilizar. A pesar de esto, en las marchas contra el recorte, mientras la FUBA y la FUA junto a la Franja y el PCR movilizaban columnas reducidas, la Interfacultades organizó columnas de miles de los mejores activistas. Esta misma tendencia la vimos en el 2001 en la lucha contra el recorte de López Murphy. Fue la combinación de una tendencia natural del movimiento estudiantil surgido en los conflictos, y una política consciente de En Clave ROJA de organizar democráticamente al activismo lo que permitió poner en pie esta tradición que aun hoy sigue en pie. El PO, Solano lo sabe, siempre fue hostil a esta política, por su escepticismo de que puedan surgir y organizarse miles de estudiantes, por eso siempre quedó rezagado. Como muestra, un botón: la única política del PO en el ’99, mientras surgían asambleas masivas en todas las facultades y universidades, y mientras la Franja y el PCR aumentaban su hostilidad, fue "Que la FUA y la FUBA rompan con la Alianza", negándose a impulsar organismos de coordinación alternativos que le disputen a las corrientes burocráticas y conciliadoras la dirección del movimiento estudiantil masivo.

De su rol testimonial en estas dos importantes luchas estudiantiles (las más importantes en los últimos 15 años, a pesar de que Solano no les dedica ni una línea de sus varias carillas), el PO sacó la conclusión de que "ahora las organizaciones se cambian desde arriba" (Solano dixit), sumándose a la línea de frentes opositores que el MST y Patria Libre impulsaban desde hacía algunos años. Esto profundizó la visión semi-burocrática y conservadora del PO. Nunca, desde el 28 de diciembre del 2001, cuando el primer Frente 20 de diciembre ganó la FUBA, el PO pudo explicar (¡no se puede!) porqué la "nueva FUBA" organizó casi la totalidad de los congresos en vacaciones (como la Franja Morada, aunque a Solano no le guste reconocerlo), y no se dio impulso a plenarios abiertos, congresos extraordinarios, o Interfacultades. Hubo un período, incluso, en el que el frente 20 de diciembre se autoprorrogó el mandato sin realizar ni siquiera congreso.

En 2005, en la importante lucha docente, apoyada por miles de estudiantes a nivel nacional, surgió por impulso del activismo de Sociales y de otras facultades, y de En Clave ROJA, nuevamente una Asamblea Interfacultades. En Córdoba, también impulsamos Interfacultades, que surgió y organizó la columna más grande, independiente del rector González, en la marcha de 20.000 estudiantes. En el 2005 en la UBA, a diferencia de cuando la FUBA la dirigía la Morada, nuestra consigna fue "Que la FUBA funcione en base a Interfacultades". Aun así, el PO se opuso al surgimiento de Interfacultades para organizar al activismo, y crear así una forma eficaz de lograr la movilización masiva del movimiento estudiantil, y propuso un congreso extraordinario de la FUBA. Esta política fue derrotada en las asambleas. La línea de Interfacultades, propuesta por una asamblea de 700 compañeros de Sociales a partir de una moción de En Clave ROJA, se impuso, y más de 1200 compañeros fueron a las Interfacultades. ¿Qué balance saca el PO de ello?

La "liquidación" del programa para la democratización

Resulta curiosa la denuncia de nuestra "intención de liquidar al actual" movimiento estudiantil, cuyas luchas, dice Solano, las vimos "desde afuera", y saltear al mismo tiempo los tres principales conflictos desde el ’95.

No casualmente, entonces, Solano pone como único ejemplo la lucha contra la asamblea universitaria del 2006, que comienza con el intento de candidatura del decano de Derecho de la UBA, el procesista Atilio Alterini, de la que sugiere no fuimos parte. Esto último es una mentira alevosa de Solano, que no resiste ni siquiera la muestra de fotos que los compañeros de Psicología de la UBA del PO colgaron en la facultad, en la que se ve, por ejemplo, la columna de En Clave ROJA en la primera fila de los enfrentamientos con la policía el 18 de diciembre de 2006.

Esta lucha, justamente la única que menciona Solano, a pesar de la importante repercusión que tuvo, todos los que participamos reconocemos que a pesar de lo legítimo de las demandas de democratización, lamentablemente estuvo limitada a los sectores militantes y a un activismo reducido, a diferencia de la lucha del ’95, la del ’99, y la del 2005. Por otro lado, resulta como mínimo exagerada la jactancia de Solano de que la presidencia de la FUBA se opuso a Alterini. ¿No es algo elemental, básico, oponerse a la candidatura de un funcionario de la dictadura como rector? Solano dice que, en el transcurso de este conflicto, En Clave ROJA atacó a la dirección de la FUBA. Lo que vimos, en realidad fue la "defensa" a ultranza que hizo PO de un programa conciliador acordado con el PCR y el MST, que a su vez lo habían acordado con los decanos progres. ¿Porqué sino la el PO y la FUBA dejaron de lado la consigna de "mayoría estudiantil", por la más genérica y civilizada de "aumento de la representación", a la medida de Schuster y cía? El PO, por otro lado, nunca aceptó públicamente ni defendió, su pertenencia a la gestión kirchnerista de Sorín, lo que habla a las claras de un inaceptable doble discurso. ¿Defienden los compañeros la participación de esta gestión? ¿Porqué nunca tuvieron ni siquiera la honestidad de reconocerlo públicamente?

¿Es indispensable para construir un nuevo movimiento estudiantil tener decenas de rentados?

Solano dedica una nota al pie para defender un aspecto de su política que para ellos es estratégico: tener decenas de militantes rentados. Dice: "…el PTS nos critica porque en varios centros de estudiantes hay militantes del PO que trabajan como administradores. Nosotros siempre hemos defendido que la responsabilidad del manejo de los fondos de los Centros es de quienes ganan las elecciones. Es una tarea que no puede ser tercerizada.

Sin embargo llama la atención la critica del PTS porque en el Centro de Estudiantes de Bellas Artes de La Plata, que dirigimos en común, existen dos administradores, uno del PTS y otro del PO. Aclaramos esto aunque tenemos el temor de que por el sólo hecho de formularla el militante del PTS sea obligado a abandonar su tarea". Solano busca escapar con la tangente y parece suspirar aliviado: "¡Zafamos, tienen un rentado!". Este argumento es falaz.

Nosotros cuestionamos desde hace años la concepción de varias corrientes de izquierda, entre ellas el PO, de que es necesario, sí o sí, tener decenas de militantes rentados en los centros y en la FUBA, sin realizar sorteos como se hace en Sociales, y sin que esta discusión sea blanqueada en asamblea. Está claro que el problema no es que haya algún "administrador". Al asumir el centro de Sociales, desde En Clave ROJA planteamos la importancia de que sean sorteados los puestos de trabajo en apuntes (cosa que logramos), y aceptamos que hubiera dos responsables políticos votados en asamblea para los espacios de apuntes.

A pesar de ello, paulatinamente dos corrientes de Oktubre, PO e IS, comenzaron a incorporar sin control otros militantes rentados, ante lo cual renunciamos ante la asamblea nuestra participación en apuntes. Las corrientes que dirigen la FUBA tienen en sus manos la venta de apuntes en las sedes del CBC, sin ningún control de la base estudiantil (incluso en algunas sedes la fotocopiadora está tercerizada a privados). Solano y el PO, sin embargo, persisten en un doble discurso que defiende las rentas como si fueran "administradores", y se niega a aceptar y discutir con claridad que mantienen decenas de militantes rentados por las organizaciones estudiantiles, lo que, aunque otra vez cueste reconocerlo, es una tradición heredada de los radicales, y un acuerdo estratégico que el PO mantiene con el MST y el PCR. Sino, ¿por qué no se comienza inmediatamente a sortear los puestos en los locales de apuntes de la FUBA en los CBC, aun colocando algún "administrador"?

El dirigente del PO, además, busca instalar que el PTS definió como "lúmpenes" a los piqueteros, lo que es una calumnia. Solano y el PO quieren eludir la crítica del PTS a la política de varias corrientes de la izquierda (desde el PCR, hasta el PO y el MAS) de construir colaterales a los partidos a partir de la administración de la asistencia social del estado burgués, y no dar impulso a un movimiento único de desocupados, independiente del gobierno y con libertad de tendencias políticas. Desde el PTS sí tuvimos una política que creemos revolucionaria hacia el movimiento piquetero, que no fue sólo este planteo político general, sino la iniciativa práctica que impulsamos junto a los compañeros de Zanon, de incorporar a miembros de los movimientos de desocupados de la provincia en los puestos de trabajo genuino que se crearon en la fábrica. Así ingresaron a Zanon los pocos militantes que supo tener el PO en la fábrica. Por otra parte, más allá del mito falso que busca crear Solano, estuvimos en todas las acciones de lucha piquetera, entre ellas en la masacre del Puente Pueyrredón.

Tareas concretas para luchar por un nuevo movimiento estudiantil

Como vemos, el PO hace un balance desmoralizante y justificatorio del movimiento estudiantil tal cual es. Contrariamente a ello, desde En Clave ROJA nos jugamos a desarrollar lo más que se puedan las tendencias cuando el movimiento estudiantil sale a la lucha, como vemos con el surgimiento de Interfacultades, asambleas, cuerpos de delegados, y encuentros nacionales de estudiantes. Incluso, aun cuando no hay luchas generalizadas, creemos que es posible aportar al movimiento estudiantil impulsando asambleas periódicas, liquidando los aspectos más burocráticos de las organizaciones, como la existencia de rentados (sortear los puestos de trabajo en los centros y los CBC sería un elemental y progresivo paso adelante). Igualmente con la lucha ideológica, que es un aspecto importante en el que se puede avanzar: desde en Clave ROJA creemos que los centros y federaciones deberían intervenir en el constante combate ideológico con las figuras docentes e intelectuales de las universidades.

Siendo consecuentes con esta batalla, como corriente impulsamos revistas ideológicas marxistas a nivel nacional, y en las distintas facultades, además de dar impulso desde hace más de 10 años a la Cátedra Libre Karl Marx, al IPS, etc. Por el contrario, el PO, estando desde hace 7 años en la dirección de la FUBA y en varios centros, ha estado casi ausente de este terreno de lucha esencial (¡más aún en la universidad!) y ni hablar del MST o el PCR (que por la concepción que tienen del marxismo, es mejor que guarden silencio). Esta es una opción política: el centro de sus preocupaciones es tejer "alianzas" para las elecciones de centro, además de participar en las luchas obligatorias para una corriente que se reivindica de izquierda, y no "perder el tiempo" en combatir las ideologías burguesas anti-revolucionarias (modernas o posmodernas) con que se forman los estudiantes universitarios.

Desde En Clave ROJA creemos que es necesario pelear por un movimiento estudiantil que ponga en pie organizaciones democráticas de base para cuestionar el contenido de clase de las universidades, el poder de camarillas pro capitalistas, los convenios con grandes empresas, y luchar por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Que es posible transicionalmente pelear por organizaciones así, queda demostrado parcialmente en Sociales. El funcionar en base a asambleas cotidianas, el ser independiente de las camarillas profesorales, es lo que permite que el CECSo de la UBA sea el centro que más estudiantes moviliza y organiza a nivel nacional, lo que le ha valido sucesivos ataques de la derecha y de las camarillas kirchneristas. Ningún hecho de la realidad impidió que pueda hacerse algo parecido en la FUBA y los centros que dirige o codirige PO.

Para concluir

Los compañeros del PO vienen de romper los frentes con el PCR y el MST en Filo y Exactas de la UBA, y en numerosos lugares sacaron materiales llamando a poner en pie "bloques de independencia política". Sin embargo, desde entonces parece que han asumido una política inconsecuente y centrista, que se expresa en que el PO acepta impulsar bloques de la "tercera posición" donde le conviene, actúa sectariamente como en Derecho de la UBA donde participa solo en las elecciones, negándose a formar un frente con En Clave ROJA, y mantiene frentes con el MST y el PCR en otros varios lugares. Incluso en Económicas de la UBA el PO constituyó un frente "muy diverso" (como dice Solano), con el PCR y agrupaciones semi-K. Ante esto, los compañeros de En Clave ROJA de Económicas, publicaron una declaración explicando porqué no son parte de un frente que es una "’seductora’ oposición electoral a la Franja, y que por eso mismo ni se propone desarrollar un movimiento masivo y militante contra la Franja-Nuevo Espacio, ni -como frente de agrupaciones- tiene un programa a la altura de los debates que atraviesan la facultad y el país". (Ver declaración completa de En Clave ROJA de Económicas del 31/08 en www.pts.org.ar). Desde entonces el frente se ha dedicado a hacer una campaña claramente despolitizada.

Por nuestra parte, no descartamos de plano la necesidad de que en algún Congreso haya que hacer bloques episódicos con el objetivo puntual de no retroceder en la conducción de organizaciones frente a la Franja Morada, o el PJ. Pero no pueden ser estos bloques políticos y programáticos con corrientes burocráticas y conciliadoras, como el PO generalizó desde el 2001 en adelante, y en los que evidentemente se siente más cómodo que en los frentes con una agrupación revolucionaria como En Clave ROJA. Es llamativa la defensa política que por momentos hace el artículo de Solano de sus aliados en la FUBA. Si hasta D Elía y Alderete son defendidos por el dirigente del PO…

No parecen ser, entonces, los que escribe Solano, argumentos coherentes con las tareas del momento, ni siquiera con algunos de los argumentos que utilizó el propio PO para sostener que el frente con el PCR y el MST en Filo "ha dejado de existir". Por nuestra parte seguiremos llamando a los compañeros a que definan una línea seria y consecuente de impulsar bloques y frentes por la independencia política de los bandos capitalistas en todas las facultades, para luchar por un movimiento estudiantil que enfrente a las camarillas universitarias, que cuestione el contenido de clase de la universidad, que ponga en pie organizaciones democráticas y de lucha, y que se una en la calle con los trabajadores. Para poner en pie, en definitiva, un nuevo movimiento estudiantil.