El martes 13 último, el Sindicato Ceramista de Neuquén realizó nuevamente una jornada de lucha contundente. Nos movilizamos los obreros y obreras de las cuatro fábricas, acompañados por organizaciones políticas, estudiantiles, de trabajadores y de DD.HH., entre los que estuvieron las conducciones de Aten Capital, ATE, y CTA. La marcha se desarrolló en el marco de un paro total en Cerámica Neuquén.
El miércoles 14 desde el Ce.PRO.DH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) Rosario realizamos un importante acto por el esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo, testigo clave en la causa contra el ex juez federal Brusa y varios integrantes de la cúpula de la Policía Santafesina. Participaron más de 200 estudiantes y trabajadores, el PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), el Centro de Estudiantes de la Escuela de Cine y Televisión, junto a reconocidos periodistas, historiadores y el Taller Permanente por los Derechos de la Mujer del Cordón Industrial. Además se leyó un saludo y adhesión de la madre de Plaza de Mayo Herminia Severini.
Más de un mes de lucha, sin dictado de clases, con masivas movilizaciones y asambleas que pusieron en un apriete a los Rodriguez Saá. Los gremios finalmente firmaron un acta el sábado 10 levantando el paro a cambio de una negociación, sin acordar el quite de sanciones y el pago de los días de paro. Al cierre de esta edición, el gobierno volvió a patear los reclamos sin siquiera firmar la anulación de las sanciones y quedando en una nueva reunión para el viernes.
Los docentes de las tres escuelas de Arte Municipal de San Miguel están exigiendo el pase a planta permanente, el fin de los contratos basura y el mismo escalafón salarial que en provincia.
Los medios hablan de la “guerra del paco”. Se refieren a los asesinatos ocurridos en La Boca donde murieron 4 jóvenes de entre 20 y 30 años. Uno de ellos era conocido por haber entrado al ex-banco Italia en el incendio de 2009, tratando de rescatar a los 6 chiquitos que murieron. Los asesinatos fueron todos a pasos de la comisaría 24°, pero las autoridades policiales se lavan las manos. El sábado a la noche los propios vecinos agarraron al último de los buscados, en un episodio que mostró tanto la “justicia por mano propia” como el repudio a la policía.
Desde principios de año, hubo más de 300 denuncias de abusos físicos y sexuales cometidos por los curas en el país del Papa, Joseph Ratzinger, donde su hermano –que también es cura– fue director de un coro infantil en el que sucedieron algunos de estos episodios.
“Conspiración” y “charlatanerías diabólicas” eran los argumentos del Vaticano para atajar el tsunami de denuncias de abuso sexual de lo que los medios llaman el “Watergate” del Papa Benedicto XVI. Sin ningún pudor, la jerarquía eclesiástica afirmó que “siempre” consideró que los casos de abusos debían ser denunciados a la “justicia civil”, como dicta un supuesto reglamento interno de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 2003, que jamás se dio a conocer públicamente para su divulgación.
Otra vez el régimen hizo lo imposible para no dar lugar a una alternativa que cuestione la situación de la facultad y denuncie el negociado de los privatizadores del decano y el rector con la educación pública. Estas elecciones fueron llamadas a dos semanas de empezadas las clases, entre pascuas y con una veda de 96 horas (del 5 al 8, fin del escrutinio). No faltó el intento de meter la policía para garantizar la “seguridad” en las votaciones, propuesta que si bien no prosperó, fue otra muestra de que las camarillas profesorales no estan dispuestas a de tener un/a consejer@ de izquierda e independiente de sus intereses como el año pasado.
Gabriela David escribe el guión en el año 2005 inspirada en un caso verídico de una joven que logra escapar de un prostíbulo ubicado en Cabildo y Juramento. Impactada por la esclavitud en plena Capital Federal, aborda esta película y como eje temático elige la historia de amistad entre dos amigas, Nancy y Pato, dos amigas de toda la vida, que viven en Misiones, sin ningún tipo de futuro alentador, las que son engañadas por una vecina, la "entregadora", con la promesa de trabajar en Buenos Aires como empleadas domésticas en casa de familia, entregándolas a una red de prostitución, que tiene uno de sus burdeles instalados en pleno barrio de Palermo.
Un canalla (aunque no lo aparenta). Esta podría ser la definición del personaje que encarna Pavlovsky en Potestad, una obra que se estrenó a mediados de los ’80 y que fue, de alguna manera, “pionera” en una denuncia que aún hoy –con el caso de Ernestina Herrera de Noble entre los más conocidos- continúa: la apropiación de niños en la última dictadura militar.